Melodrama con elementos de intriga criminal con el que Sean Connery reclamaba el estrellato tras las dos primeras entregas de James Bond. Le acompañaron Gina Lollobrigida, ya convertida en esplendorosa maggiorata, y Ralph Richardson dando el toque de clase inglesa. Un triángulo de tiras y aflojas engendrado por el amor, menos que más, y el dinero, sobre todo el dinero. Al transcurrir la narración por los archisabidos parámetros del género, se atisba fácilmente, y desde un buen principio, por dónde van a ir los derroteros, aunque eso no impide disfrutar de los enredos y maquinaciones que nos encarrilan hacia la mencionada intriga criminal. Lástima que el desenlace, escueto y apresurado, lastre el balance final. Aun así, el lujo, Gina y Sean son pretextos más que sobrados para asomarse a este film británico de 1964
Puntuación @tomgut65: 6/10