Revista Cultura y Ocio
Me gusta la imagen que me devuelve el espejo.En otra época, mostraba una joven más o menos bonita pero insatisfecha y malhumorada, que encontraba en su imagen mil defectos.Yo soy la mujer que refleja ahora el espejo. La dueña de ese rostro equilibrado lleno de seguridad y sosiego. Y de arrugas, ojeras y manchas. Me ha costado llegar hasta ella y hacer de aquella chiquilla presumida, una mujer responsable y luchadora. Ayudarla a vencer el desencanto y el desánimo no ha sido fácil, como no lo ha sido ayudarla a superar el desamor, y mucho menos enseñarla a apreciar de la vida su esencia; a desechar lo banal; a no perder el tiempo con lo superfluo.Pero lo he conseguido. Ese triunfo es solo mío. Por eso disfruto mirando el reflejo que me devuelve ahora el espejo, ha sido duro y muy caro llegar hasta él.Pero, ahora sí: es mi reflejo.Texto: Yolanda Nava Miguélez