Sin duda alguna el espacio ideal para la recreación es la naturaleza, conectarnos con el ambiente tiene beneficios para la salud física y emocional.
Estudios han probado que la sola presencia de árboles y grama reduce la agresión y violencia. También otro estudio encontró que las personas sometidas a pruebas estresantes, se recuperaban más rápido y de forma más completa cuando se les exponía después a ambientes naturales.
También, un estudio de la Universidad de Tennessee examinó la influencia de las zonas de juego en la actitud y comportamiento de los niños. Por un lado las que son artificiales, construidas con metal y plástico, y por otro lado, los de estructuras de madera, rodeados de jardines y de otras características naturales.
Se encontró que a los niños les gustan más los patios naturales, crean una relación más cercana con ellos, los frecuentan casi el doble de tiempo y además realizan actividades más activas.
También, existen estudios que prueban que involucrar a los pequeños en actividades con la naturaleza (tales como construir cabañas en árboles, hacer excursiones, vivir o frecuentar un entorno natural) son muy recomendables.
El efecto que tiene la naturaleza, parece ser el contexto de desarrollo óptimo para los niños, donde se estimulan de forma natural y se sienten motivados para aprender. Además, aseguran que previene y mejora determinados trastornos,entre ellos el TDA (trastorno por déficit de atención), con o sin hiperactividad, la obesidad infantil, entre otras afecciones de salud.
Además, es una buena forma de acercar a los niños a la Naturaleza y a que tengan una mayor interacción con ella, al tiempo que nos permite enseñar a los pequeños a ser respetuosos tanto con los demás seres vivos como con el medio ambiente.