Revista Ciencia

La nebulosa de Norteamérica en infrarrojo

Por Angelrls @El_Lobo_Rayado
Historia publicada originariamente en Caos de Actualidad.
Enclavada justo en el centro de la constelación del Cisne, muy cerca de la brillante estrella Deneb, se encuentra la Nebulosa de Norteamérica (NGC 7000). Se trata de una nebulosa de emisión bastante amplia (su área equivale al tamaño de la luna llena) que, aunque difícil de ver a simple vista dado su bajo brillo superficial, aparece claramente en las fotografías de la constelación realizadas incluso sin telescopio. El nombre de este objeto deriva de su peculiar morfología, que recuerda a la del continente norteamericano por una región oscura que se asemeja a la forma del Golfo de México. Esta coincidencia ocurre cuando se observa la Nebulosa de Norteamérica en colores del visible (imagen de la izquierda), pero podemos comprobar que no sucede así cuando se estudia en colores del infrarrojo (imagen de la derecha). Observando en frecuencias del infrarrojo los astrónomos pueden ver mucho más profundo que en colores ópticos, dado que la absorción de la luz infrarroja por el polvo y el gas interestelar es muy pequeña. Además, el polvo emite su radiación térmica en infrarrojo, por lo que imágenes en estos colores trazan la localización del polvo en el medio interestelar. La nueva imagen del Telescopio Espacial Spitzer (NASA) de la Nebulosa de Norteamérica revela, con gran cantidad de detalles, tanto miles de estrellas jóvenes escondidas en la nebulosa (unas 2000, antes sólo se conocían alrededor de 200) como la distribución de polvo que ésta posee. De hecho, estas nuevas observaciones permiten a los astrónomos estudiar, dentro de la misma nebulosa, objetos que se encuentran en todas las fases evolutivas de las estrellas jóvenes, desde las envolturas densas de gas y polvo que están formando estrellas hasta astros ya completamente formados y que muy probablemente tengan planetas a su alrededor. A pesar de todo aún quedan muchos misterios por resolver en la Nebulosa de Norteamérica. Por ejemplo, aún no se sabe dónde están las estrellas masivas que “encienden” (ionizan) el gas nebular, aunque se sospecha que están escondidas detrás de la estructura densa de polvo que forma el Golfo de México. Tampoco se conoce bien la distancia a la Nebulosa, aunque se estima que está a 1800 años luz de la Tierra.
La nebulosa de Norteamérica en infrarrojo
Comparación de la Nebulosa de Norteamérica en luz visible (izquierda) y en colores del infrarrojo medio (derecha). La imagen en visible se ha conseguido con el Digitized Sky Survey combinando datos en las bandas B y R y muestra claramente en rojo la emisión del gas ionizado, mientras que las nubes oscuras que dan forma a la nebulosa (destacando el Golfo de México) aparecen en color oscuro. La imagen en infrarrojo ha sido conseguida por el Telescopio Espacial Spitzer y contiene datos a frecuencia de 3.6 y 4.5 micras (en azul, revela la componente estelar), 5.8 y 8.0 micras (en verde) y 24 micras (en rojo), ambos colores mostrando la distribución de polvo en la nebulosa. Crédito de la imagen: óptico: DSS / D. de Martin, infrarrojo: NASA / JPL-Caltech / L. Rebull (SSC/Caltech).
Más información: Página web del Telescopio Espacial Spitzer
Nota de prensa de la Nebulosa de Norteamérica en infrarrojo por el Telescopio Espacial Spitzer

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