Revista Cultura y Ocio

La niña que recorrió Tierra Fantástica…, de Catherynne M. Valente

Por Eltiramilla

La niña que recorrió Tierra Fantástica…, de Catherynne M. ValenteSeptiembre es una niña de doce años que vive en Nebraska y está muy aburrida. Por eso, cuando el Viento Verde le propone viajar a Tierra Fantástica a lomos de un leopardo, no lo duda y se va con él dispuesta a experimentar aventuras de lo más extraordinarias. Allí se hará amiga de un dragón amante de los libros, ayudará a una bruja a recuperar su cuchara y conocerá a muchos personajes extravagantes; pero, por encima de todo, deberá enfrentarse a la caprichosa Marquesa, que ha alterado la tranquilidad de Tierra Fantástica y amenaza con hacer daño a Septiembre y sus nuevos compañeros.

Encantadora. Imaginativa. Mágica. La niña que recorrió Tierra Fantástica en un barco hecho por ella misma es una nueva joya de la literatura juvenil, una obra de arte que posee reminiscencias de Alicia en el País de las Maravillas y El mago de Oz. A veces las comparaciones con los clásicos son un simple gancho para captar lectores, pero os aseguro que en este caso no es así: la novela tiene méritos propios para ganarse su sitio al lado de los grandes. A pesar de ser el primer libro de Catherynne M. Valente que se traduce al castellano, la autora cuenta con una larga trayectoria en este mundo y ha ganado numerosos premios, de modo que su maestría al plasmar esta historia no debe sorprender a nadie. Tierra Fantástica es un lugar especial y original gracias a las grandes dosis de fantasía que contiene; Septiembre se pierde en él y disfruta de las nuevas experiencias que le proporciona. Del mismo modo, los personajes que conoce allí son de todo menos convencionales: desde el Viento Verde a una mujer de jabón, pasando por un niño azul y, sobre todo, el entrañable dragón que adora los libros. Aunque el principio puede resultar un poco confuso por la gran cantidad de elementos imaginarios que aparecen, a medida que pasan las páginas la historia se vuelve más y más apetecible, hasta ese final espectacular en el que todos los detalles encajan (y no son pocos, os lo aseguro). Estas trescientas cincuenta páginas son una recopilación de genialidades entrelazadas a la perfección, un sinfín de detalles curiosos en los que se nota que hay un gran esfuerzo detrás. De todos modos, no penséis que todo es fantasía y aventuras: en medio de este contexto se esconden verdades aplicables a nuestra realidad y hay fragmentos que invitan a la reflexión, como los espléndidos comentarios de Mentira, la mujer de jabón, sobre la falta de coraje de los adultos y lo difícil que resulta llegar a desnudar el alma de alguien. Es en este tipo de aspectos donde se ve la grandeza de esta obra, pues la calidad no solo está en el sugestivo argumento fantástico, sino en ese trasfondo que marca los pasos de nuestra heroína. Y para conseguir todo eso hace falta ser un genio de las letras. Cahterynne M. Valente lo es: escribe con meticulosidad y chispa, transmite simpatía y su prosa está impregnada de cierto tono poético. En algunos momentos se dirige directamente al lector y le habla de tú a tú, aunque la mayor parte del texto consiste en un narrador omnisciente en tercera persona. Además, incluye una frase introductoria al inicio de los capítulos, también con mucha gracia. Por otro lado, los nombres que ha dado a los personajes merecen una mención aparte, aunque en esto comparte mérito con la traductora española, Julia Alquézar Solsona, que ha tenido que adaptar apodos como Muchasgracias, De-la-A-a-la-L o Sancho Crujeconcha. En definitiva, todo en esta novela está cuidado, incluso la edición, que contiene unas preciosas ilustraciones de Ana Juan que resaltan el lado tierno de Septiembre y ayudan a visualizar mejor a sus peculiares acompañantes. Ante tanto buen hacer y tanto mimo por ofrecer al lector un libro redondo, solo me queda quitarme el sombrero y desear fervientemente que la autora mantenga este nivel en sus próximas publicaciones (y que Noguer se anime a traerlas a España, claro). A propósito del tema, un último apunte: este libro tiene un final cerrado, pero dado que la historia se podía estirar más, la autora ha escrito una breve precuela sobre la vida de la Marquesa y en otoño publicará una segunda parte de las andanzas de Septiembre.

Quiero recomendar de corazón La niña que recorrió Tierra Fantástica en un barco hecho por ella misma a todos los que estéis leyendo estas líneas. No importan vuestra edad ni vuestros gustos; esta novela está llamada a convertirse en un clásico y cualquier amante de la buena literatura debería saborear sus páginas. Catherynne M. Valente ha construido un mundo fabuloso que derrocha creatividad y amor por las cosas bien hechas, una delicia que invita a soñar a pequeños y mayores a través de la magnífica recreación de Tierra Fantástica y el ángel de los seres que viven en ella.


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