Revista Diario

La noticia del año. Tranquilidad en todos los sectores de la sociedad argentina: Cleto asegura que si es presidente se quedaría sólo por un período, reitero, sólo por un período. Además, el dólar Blumberg se cotiza en alza...

Por Julianotal @mundopario
La noticia del año. Tranquilidad en todos los sectores de la sociedad argentina: Cleto asegura que si es presidente se quedaría sólo por un período, reitero, sólo por un período. Además, el dólar Blumberg se cotiza en alza...
No, no es joda. El titular de La Nazión reza: "En caso de ser presidente ejercería sólo por un período". Lo asegura Cletus, el mendocino de grupo sanguíneo "no positivo" ante los micrófonos del ponderado grupo Clarín.
En dicha jugosa entrevista, Cletus empieza a seducir electoralmente con lo que realmente le preocupa y está en el tema de agenda desde el triunfo en Monte Caseros en 1852: que no haya más de un período presidencial. Pretendiendo volver a las fuentes, pediría reformar la Constitución.
No, no es joda, este tipo realmente está esperanzado en la posibilidad de ser presidente en 2015. Otro sapo como Massa y Moyano producido en las entrañas industriales del kirchnerismo. Definitivamente la fabrica de producción de opositores realizada por el kirchnerismo siempre tuvo el aliento y una inversión sostenida.
Mientras tanto, otro de los productos contraproducentes generados por el kirchnerismo en sus inicios, el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg enfrenta a los estudios realizados por los promotores del proyecto de reforma del código penal. Sumandose al "hablemos sin saber" instrumentado por el Natalio Massa, el falso ingeniero arremete diciendo sencillamente que el proyecto "es una joda".
Claro, el tipo reacciona así como una suerte de refrito ya que fue precisamente por él y ante la presión por la cual cede el kirchnerismo en sus inicios para aprobar los mamarrachos conocidos como "leyes Blumberg". El proyecto de reforma, como bien había argumentado Zaffaroni, busca arreglar esas leyes oportunistas que generaban un montón de improcedencias.
En 2004, por presión de Blumberg luego del secuestro y asesinato que habían realizado a su hijo Axel, el falso ingeniero emprendió una campaña politizando su dolor para instrumentar en conjunto con dirigentes opositores al gobierno de Néstor Kirchner una de las primeras marchas adversas, de tinte fascista que nucleó a unas 150.000 personas. Seguramente, muchas de esas personas fueron empujados ante el dolor y la impotencia y fueron seducidas ante el pedido de mano dura que encabezaba duramente Blumberg. La presión dio como resultado un paquete de leyes sin mucho sentido, desvirtuando la proporcionalidad de las penas. En la búsqueda del salir del paso coyuntural el Congreso avanzó en unos mamarrachos legales que poco podían cambiar los problemas de fondo ligados a la entelequia que conocemos como "inseguridad".
Escribía este blog allá por inicios del 2011:
"En un excelente trabajo, Gabriel Kessler (El sentimiento de inseguridad. Sociología del temor al delito. Buenos Aires, Siglo XXI) estudiaba la evolución de la sensación de inseguridad en Argentina estableciendo que el miedo al delito es una figura relativamente novedosa, que aparece luego de la recuperación del país durante el 2003. En él, Kessler relativiza la manipulación mediática en cuanto a la instalación de una sensación de inseguridad. Debatir en torno a la importancia de los medios en base a la narración de la realidad sería como encerrarnos en el cuento del huevo y la gallina, pues la realidad no es algo etéreo o transparente (como le gusta promocionar a su programa Castro) sino más bien está ligada a un juego dialéctico, agravado en estos últimos años por la concentración mediática y la disputa por intereses políticos. No obstante, a partir del período 2003 a la actualidad, Kessler menciona que las imágenes del delito se organizan en torno a dos ejes: el primero fluctuante, vinculado a la novedad del delito (las salideras bancarias se incorporan así a los motochorros, los hombre-araña y los secuestros exprés); mientras que el segundo eje está vinculado estáticamente en relación a “nueva delincuencia” que se hacía “pública” y preocupante desde los noventa: los “pibes chorros”.
"(...)Para finalizar cito nuevamente a Kessler:
“El sentimiento de inseguridad se estructura en torno a las propias percepciones y no en relación con las estadísticas”. Esta sensación se debe a la aleatoriedad de la figura criminal, no es casual que el temor y la condena siempre se agudice en torno a inmigrantes, villeros y jóvenes marginales, mientras que los criminales de “guante blanco” no sean una preocupación, sin darse cuenta que la vinculación es innegable, pues forma parte de un círculo vicioso. Mientras haya impunidad para los poderosos, el problema de la “inseguridad” no tendrá solución.

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