Según los rumores que corren por los pasillos de la sede del Ministerio de Educación, el ministro Wert está buscando el teléfono de Anna Tarrés para encargarle, ahora que se ha ido al paro, el diseño de la nueva reforma pedagógica. El único problema es que a lo mejor a algunos gerifaltes del PP les parece demasiado catalana para la que está cayendo.
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