Sentimos, que desde hace una semana, no publiquemos ninguna entrada, porque no nos ha sido posible; pero hoy hemos vuelto, y aprovechando las vacaciones, publicar algo casi todos los días, a diario.
La palmera canaria es una especie endémica de mi archipiélago, Canarias, las 7 islas. Debido a su gran belleza y a su resistencia al frío, es una planta muy utilizada en jardinería. Es una especie protegida y según el Gobierno de Canarias, la palmera canaria es uno de los símbolos naturales de el Archipiélago, junto al canario.
Su nombre científico es Phoenix canariensis, y es una palmera de gran tamaño, con un grueso tronco, y sus hojas se agrupan en penachos palmeros, entre 2 y 3 metros de altura. Sus frutos, los dátiles, se agrupan también, en grandes racimos, de menos tamaño que sus hojas. Y curiosamente, hasta las flores se agrupan en pequeños racimos naranjas.
Aunque esta planta es endémica de Canarias, se ha extendido por todo el mundo; por ejemplo, en algunos países sudamericanos, como Bolivia, Argentina, Chile y Perú, se utiliza para decorar plazas y jardines. Mientras, más cerca, en la Península Ibérica, este vegetal se halla en ciudades como Salamanca y Barcelona.
A parte de que esta palmera se utilice como decoración, otra de sus utilidades es la miel de Palma, echa con el guarapo, la savia de la planta, solo fabricada en La Gomera.
Un gran problema que está sufriendo la palmera canaria, es la plaga del picudo rojo, un insecto proveniente de Asia, exactamente del Sudeste y la Polinesia. Este escarabajo se instala en la planta, se la va comiendo poco a poco, luego, pone los huevos, y después sus crías se alimentan de lo que queda de la palmera, hasta matarla.
Esperemos que esta planta siga siendo una variedad única en este mundo, y evitar que el picudo rojo, haga desaparecer a la Palmera Canaria.
Fuente: Wikipedia.