
Julia Roberts, radiante como siempre, realiza el papel de la hermana de Gwen, que a la vez es su asistente personal. Enamorada desde hace tiempo del marido de su hermana, ella se queda atrás, debido a su falta de autoestima.
Se presenta como la antagonista de Catherine Zeta-Jones.
Los diálogos son ingeniosos, y nada faltos de humor. La película presenta una versión light, pero verdadera de Hollywood.
En resumen, es una divertida comedia, con un reparto de actores estupendo, pero con un guión un tanto escaso de contenido.
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