Revista Cine

La pasión por los cuadros de Dreyer

Publicado el 05 agosto 2013 por Fimin

05 de Agosto del 2013 | etiquetas: Cuadernos de Verano, Ruta Classics

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El estandarte del cine mundo, el referente de referentes, la clásica y única pasión de "Juana de Arco" se hizo en 1928, y sus imágenes, aunque mudas, aún resuenan en la actualidad. 

5 RAZONES PARA VER LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO

1. El legado de Maria Falconetti 

La tercera y última película de esta legendaria actriz que pasará a la historia por ofrecerle al mundo una de las mejores interpretaciones del cine mudo. Nunca con tan poco se expresó tanto.

2. Con la naturalidad por bandera

Dreyer no quería que el maquillaje se interpusiera entre sus actores y el público, por lo que quizá es una de las pocas películas que prescindieron de él para contar su historia. Pura piel humana cinematográfica.

3. El primer plano como verdad absoluta

Si algo caracteriza a “La pasión de Juana de Arco” son sus encuadres, sus poderosos primeros planos, expresando como nadie a través del lenguaje cinematográfico el gran trabajo de los actores. La fusión perfecta para conseguir convertir el sufrimiento actuado en un sufrimiento altamente realista.

4. Rodaje cronológico

Los rodajes cronológicos pueden ser un rompecabezas al que no cualquier director osará enfrentarse, algo que está tan solo al alcance de los más grandes. Kubrick con su resplandor, Spielberg con E.T y nuestro Nicolas Winding Refn con "Drive" (aunque solo lograra rodar el 80% en ese orden), pero también Dreyer con el mayor de sus clásicos.

5. El film maldito

Tras ser objeto de muchos cortes y mutilaciones, por fin hace poco años hemos podido obtener una copia que permanece fiel al original. Lo curioso del asunto es dónde se encontró dicha copia. En el armario del conserje de un psiquíatrico. Sin duda, la fascinación por esta película nunca deja de incrementarse.


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