Revista Diario
La peor pesadilla:
soñar que estabas AHÍ,
rodeada por mis brazos
y todo insertado en el marco de lo ridículo
que solo lo puede permitir la licencia onírica.
Pero peor, porque parecía real, y me sentía completo
no importaban las consecuencias,
si era casual o causal,
sólo sucedía,
y era feliz...
pero cometí el peor de los pecados:
despertar,
aturdido por esa alarma del orto...
(igual es mucho peor cuando sueño que encuentro un dineral en la calle...y claro, ambas cosas son imposibles)