Revista Europa
La Plaza de España, o de Piazza di Spagna en italiano, es otra de las bonitas plazas de Roma. Considerada una de las más importantes plazas italianas es una de las preferidas por los turistas para descansar un rato después del ajetreo de compras y paseos por la Via Condoti y sus calles colindantes.
La plaza junto con la escalinata fueron inauguradas por el Papa Benedicto XIII el año 1725. La escalinata fue creada en su día con la finalidad de facilitar el acceso de la embajada española con la iglesia de Trinità dei Monti. Ha sido restaurada en su totalidad en 1995 y la mejor época para visitarla es en primavera cuando es adornada con una gran variedad de flores. Desde lo alto de sus 135 peldaños, en el mirador que hay delante de Trinità dei Monti, se tienen unas magníficas vistas panorámicas de la ciudad de Roma.
En el centro de la plaza, a pies de la escalinata, encontramos la famosa estatua de la Fontana della Barcaccia. La fuente es una obra de Pietro Bernini encargada por el Papa Urbano VIII, la obra está inspirada en un barco que según cuentan llegó a la plaza después de unas inundaciones del río Tiber. La fuente se encuentra siempre rodeada de turisitas lo que hace realmente complicado poderse hacer una foto con esta estampa de fondo.