



"Pero este juicio ha demostrado que durante una crisis nacional personas normales, incluso hombres capaces y excepcionales, pueden engañarse a si mismos hasta cometer crímenes tan espantosos e ingentes que rebasen cuanto pueda imaginarse. Nadie que haya asistido a este juicio podrá olvidarlos nunca. Hombres esterilizados a causa de sus ideas políticas, la amistad y la confianza cruelmente escarnecidos, el asesinato de niños… Con cuánta facilidad sucede. Reconozco que también en nuestro país hay quienes hablan de la protección de la patria, de supervivencia. Llega un momento en que todo país debe tomar una decisión en el preciso momento en el que el enemigo se aferra a su garganta. Entonces parece que el único medio de sobrevivir es emplear los medios del enemigo. Hay que sobrevivir como sea, por encima de todo, sin escrúpulos. En tal caso, yo me pregunto: ¿Sobrevivir como qué? Una nación no es una roca, tampoco es la prolongación de uno mismo. Es la causa que defiende, es aquello que defiende cuando defender algo es lo más difícil."

