Decir que en Octubre leí poco sera una calumnia, porque realmente no leí prácticamente nada.
Las clases me están consumiendo, gracias a Dios, el tiempo y a duras penas puedo tomarme un café y leer algunos blogs que tengo en el feedly. De resto, solo leo sobre economía, teoría de sistemas, hago diapositivas de powerpoint y presentaciones (no es por nada, pero me quedan chulisimas) en prezi.
No tengo computadora en mi casa, ni internet (solo el del móvil) así que me voy a dar un auto mérito por hacer todo desde mi casa, desde el móvil, y luego subirlo al aula virtual en un ciber.
Todo tiene su esfuerzo, estudiando desde casa se me complica el hecho de que tengo a juro a buscar información complementaria a la que ellos suben al aula virtual, pero igual vale la pena.
Esta semana pasada (del 2/11 hasta el 09/11) ha sido especialmente agotadora, he tenido asignaciones que entregan a diario, no he parado ni un segundo, pero me encanta ver mi planificador mensual llenito de cosas por hacer. Adoro estar ocupada.
He dormido mal, a causa de que tengo tantas cosas que hacer que no encuentro el botón de apagado para mi cabeza, una vez apago las luces y me acuesto, me escucho a mi misma en mi cabeza hablar y pensar y darle vueltas a todo.
Si en octubre leí poco, en noviembre batiré el récord de no leer nada. Llevo 10 días con el libro “Aprendiz de Diosa” de Aimee Cárter por la mitad, sin avanzar a penas nada. Es que no me provoca leer, debe ser porque me paso el día leyendo.
Otro libro que tengo muerto de risa y esperando a que lo termine es “Misión Olvido” de Maria Dueñas. Con este tengo ya un mes por la mitad, nada que lo termino caray.
En mis noches de insomnio hago uso y abuso de Pinterest. He creado tablones nuevos y he comenzado a compartir cada vez mas cosas chulas de bonitas de decoración para la casa. Sobre todo porque hay espacios de mi casa que quiero convertir en oficina.
Y ya, esta ha sido la primera semana de Noviembre. La segunda pinta mas tranquila.