¿Te preguntarás que demonios significa PROSCRASTINACIÓN?
Pereza amig@s, es mi resumen, pero también cabe el miedo en esta descripción, miedo a qué nos encontraremos, por eso, fintamos el problema y lo posponemos, como si así fuese a desaparecer.
” No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy “
Pero se está convirtiendo en una epidemia, un mal endémico que nos afecta y contagia a tod@s y que no es fácil de combatir.
Por algo es el séptimo de los pecados capitales, desgana, desmotivación, hastío, tedio y desinterés son algunos de los síntomas que nos abocan a esta indolencia del ser humano.
Yo la padezco, lo reconozco, a veces me empacho de ella, esa indigestión me paraliza, me anula me aniquila en Mi Camino de Vida. Esa mochila que llevo pesa tanto, que a veces, me sirve de excusa para que mis pasos sean lentos y así, enmascaro un abatimiento un auto engaño que sólo me sirve para ahogarme más en ese pozo llamado estrés.
Pero he de destacar que un procrastinando no es un vago, al contrario y no lo hago en defensa propia. El problema es que hay una discordancia entre lo que hace o desea hacer y lo que debería hacer.
El coste que me supone este hábito en mi salud es muy elevado, ya que los retrasos evitables generan pérdidas de productividad, además de causar estragos emocionales, principalmente mermando mi autoestima
Quizá, si aplico este concepto “empiezo-por-lo-que-necesito-pero-no-me-gusta”. Sea el inicio para romper la barrera de la procrastinación.
Son muchas las distracciones que tengo a mi alrededor, lo reconozco, tentaciones e impulsos que llevan a torcerme, postergando una y otra vez lo que inevitablemente tengo que hacer, mas que me pese, eso que catalogo como desagradable o incómodo.
La duda sobre mis capacitaciones es otra losa, un lastre que alumbra “el miedo al miedo”.
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