Bilbao, capital del mundo
Hubo unos años en los que decir esta bilbainada no era exagerar tanto. A comienzos del siglo XX del puerto de Bilbao salía el mejor acero del mundo, y sobre todo con la primera guerra mundial, las exportaciones de acero de la villa vizcaína aumentaron en cantidades considerables, lo que hizo que la ciudad fundada por Diego López de Haro fuese una de las pujantes del mundo. Nos lo cuenta Gorka, un experto en asesoría de empresas desde el botxo vizcaíno.
La historia de la pujanza ecónomica de Bilbao está intimamente ligada al puerto de Bilbao. De hecho, la fundación de la villa de Bilbao se produce en un lugar que ya tenía un antíquisimo puerto, llamado precisamente puerto de Bilbao. Es decir, el puerto de Bilbao, incluso Bilbao, existían antes de la fundación de Bilbao.
Puente de San Antón
Como podemos leer en Euskonews, don Diego López de Haro fundó la ciudad en un paraje que ya era conocido como "puerto de Bilbao".
Durante el siglo XX el puerto de Bilbao fue la puerta de salida de las exportaciones de acero y productos químicos que se producían en las proximidades de la gran ciudades. En minas como La Arboleda, situadas en los montes que rodean Bilbao, se extraía uno de los mejores minerales de hierro del mundo. Esto hizo que sobre todo desde el siglo XIX numerosas compañías británicas se establecieran a la ribera del Nervión.
Estas compañías siderúrgicas dejaron varias cosas en la capital vizcaína:
- mucho dinero. Gracias al hierro, Bilbao y comarca recibieron cantidades ingentes de capital que hizo, entre otras cosas, que Bilbao pasara a ser "el gran Bilbao", por el gran aluvión de gente que recibieron localidades cercanas como Basauri, Portugalete o Santurce.
- El Athletic Club. Como en Huelva, fueron los trabajadores ingleses los que trajeron la pasión por el fútbol, y en el caso de Bilbao, por el Athletic.
- El alirón. El típico grito futbolero de Alirón no proviene sino de "All iron", una expresión que se decía cuando una veta de hierro que se había encontrado estaba compuesta sólo de hierro, o todo de hierro (All iron). Esa expresión de All iron era sinónimo de porvenir y riqueza, pues significaba que el propietario de esa veta vería aumentar sus ingresos considerablemente.