Y seguimos con el progresivo mexicano y le llega el turno al único disco de una agrupación que sobresalió por su calidad, y esta fue una banda que tuvo un significado especial como cruce de múltiples rasgos y referentes como la tradición progresisva local mexicana, cuyas ideas, temas musicales y sonidos clásicos se incorporaron y maduraron en un producto nuevo estableciendo puentes de continuidad para algo que por tanto podría llamarse "escuela azteca" o algo así, también tiene una relación con la tradición latinoamericana más amplia de rock progresivo con gustos e influencias eclécticos y bases comunes establecidas en la interpretación principalmente de la escuela británica e italiana, más una escuela regional que se extiende por Argentina, Chile y México desde los años 70, sumada a la música y la cultura tradicional latinoamericana, cuya integración en la música de La Pura Realidad es a la vez un retorno a las raíces culturales y también una continuación del clásico progresivo "andino" de los años 70 de Chile y Perú, de la onda Jaivas, Congreso y El Polen. Con ustedes, un digno exponente del mejor progresivo latinoamericano, de mano de una injustamente desconocida banda llamada La Pura Realidad, que en el blog cabeza le damos el lugar que le corresponde.
Artista: La Pura Realidad
Álbum: La Pura Realidad
Año: 2007
Género: Progresivo ecléctico
Duración: 46:42
Referencia: Discogs
Nacionalidad: México
La Pura Realidad es el peculiar nombre de un excelente ensamble mexicano que he descubierto tarde: su disco debut homónimo es una obra de gran interés progresivo, debido a su exhibición de variantes bien organizadas en las composiciones y atmósferas, la confluencia de psicodelia rock, folklore y jazz fusión, el desarrollo inteligente de los jams y el carácter ambiciosamente ecléctico que invade la propuesta musical en sí misma.
El disco comienza con ‘Roja Ciudad’, un tema bastante dinámico, organizado bajo un esquema de jazz-rock funky. Es en ‘Sonando’ donde el ensamble empieza a mostrar directamente su afán por las sonoridades sofisticadas. Iniciándose con unas aleatorias atmósferas cósmicas y moderadamente perturbadoras, el encuadre instrumental termina organizándose en un estupendo jam en tres cuartos, el cual conforma el cuerpo principal de la pieza: la emergencia de un interludio lento en clave fusión ayuda a explotar adecuadamente el plan de diversidad programado para la pieza en cuestión – sin duda, este tema es un cenit del disco. Ahora que las cosas se han intensificado más, ‘La Realidad’ aprovecha el momentum en un sólido y cadencioso ejercicio de jazz fusión, con un pasaje de blues eléctrico incluido a fin de añadir un cierto matiz de aspereza dentro de la expansión instrumental que tiene lugar. La presencia de la jarana no es muy secundaria que digamos: los rasgueos de este típico instrumento de cuerda de folklore mexicano aparecen muchas veces para dar inicio a un motivo o complementar la labor de la guitarra rítmica. ‘Alegría’ es una pieza relativamente sencilla, portadora de una calidez llamativa, especialmente porque los fraseos alternados de violín y guitarra dibujan trazos melódicos bien definidos. En sí, el tema tiene más de jazz-pop que de jazz-fusión o art-rock propiamente dicho; lo más sofisticado llega de la mano del baterista, quien ejecuta un exquisito solo antes de la coda. Con ‘María’ volvemos a las dosis de expresividad que habían llenado los momentos más pletóricos del tema 2, instaurándose así como otro pico del disco. El esquema general del tema es de jazz fusión en tres cuartos, algo muy acomodaticio para los aires folklóricos que tienen lugar: las variaciones de ambiente y la introducción de algunos cruciales momentos de grisácea psicodelia (con solos de guitarra que portan un inconfundible tufo crimsoniano, valgan verdades) añaden una contundente robustez sonora al asunto.
El tema con el cual concluye el disco es el bolero-jazz ‘De Noche’, grabado por una formación 50 % diferente a la que grabó el resto del material. Se trata de una pieza muy bella y bien armada en su clima ensoñador general, aunque personalmente yo hubiera preferido que ‘María’ hubiese ocupado su lugar. En fin, La Pura Realidad surge como un importante punto de referencia para el presente de la vanguardia rockera mexicana: este disco debut está muy bien, y aunque no me impresiona como lo hicieron en su momento los discos debut de un Mar de Robles, un Cabezas de Cera o un, de todas maneras se nota aquí la presencia de una grandiosidad artística dispuesta a dejarse madurar en futuras obras.
Y lo mejor... es si lo escuchan, que para muestra basta un botón.
Y como digo siempre, lo mejor para darle un matiz propio a este comentario donde intentamos diseccionar un trabajo discográfico, cosa no solo difícil sino imposible, es que vos mismo lo escuches y descubras por vos mismo todos los secretos que de por sí devela, y en este quizás más que ningún otro, ya que la música de esta banda puede cautivarte por sí sola, porque tiene calidad, tiene algunas emociones abrumadoras dentro de cada interpretación, y porque sus improvisaciones instrumentales y las atmósferas creadas a partir de un trabajo técnico desafiante y en base a melodías alocadas más su eco extendido hacia la música latinoamericana hace que este trabajo quizás no sea para todo el mundo, pero sí los transforman en una banda única y con sonido muy personal. Un material complejo y pirotécnico, pero también profundo y atmosférico: desde la melancolía hasta la crudeza y la improvisación, desde los bailes convertidos en notas peculiares hasta una interpretación apasionada sin ritmo, desde el folcklore hasta el rock, este disco es un gesto instrumental potente y artístico único, tan especial como su sonido. Lástima que su trabajo llega hasta aquí y no tenemos más de ellos para seguir disfrutándolos.
Este álbum es muy interesante y me gusta mucho, porque muestra elementos típicos mexicanos junto con algunos experimentales, lo que lo convierte en un álbum versátil y completo que recomendaría a cualquiera. Para concluir, una banda intensa y técnicamente impecable que crea un trabajo pleno de deleite instrumental, forjando un álbum excelente, como muchos de la escena del rock de la vanguardia mexicana, La Pura Realidad puede crear suficiente grandeza musical como para merecer un lugar especial en cualquier buena colección de rock progresivo.
Podés escucharlos completo desde acá:
https://www.youtube.com/watch?v=muSgogSv2nM
Lista de Temas:
1. Roja Ciudad
2. Sondando
3. La Realidad
4. Alegria
5. Maria
6. De Noche
Alineación:
- Manuel Lhoman / bass
- Mauricio Terrón / electric guitar
- Adolfo Zaragoza / electric guitar, jarana
- Jorge Alanis / drums
- Hanna Hipakka / violin
Musicians on track 6:
Manuel Lhoman / bass
Mauricio Terrón / electric guitar
Adolfo Zaragoza / electric guitar, keyboards
Alfredo Flores / violin
Vicente Sànchez / drums
Fernando Nava / saxophone
Guest musicians:
Hermman Duran / synthesized guitars
Pablo Salas / saxophone (1 & 3)