(Cuando empecé a escribir esta entrada no me imaginé que me costaría tanto trabajo ni me saldría tan larga. A medida que la escribía he ido descubriendo lo compleja que ha sido la historia del Islam indonesio en el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI.Reconozco que no es el tipo de entrada acabada que me hubiera gustado escribir, pero la riqueza del tema me ha superado. Antes que nada quiero advertir las carencias de la entrada. La primera, que hice ex profeso, es dejar de lado lo relativo al Islam tradicionalista. El Nahdlatul Ulama y Abdurrahman Wahid han sido muy importantes en el Islam indonesio, pero yo quería centrarme en el Islam reformista, que miraba hacia Oriente Medio y quería “purificar” el Islam tradicional indonesio. Tampoco he puesto nada sobre Aceh. Aceh fue capital de un poderoso estado mercantil en los siglos XVII y XVIII y allí desde siempre se cultivó un Islam más próximo a los modelos medioorientales. Aceh tiene una problemática propia y hubiera merecido una entrada sólo para ella. No descarto escribirla un día.En fin que considero esta entrada más un acicate para seguir profundizando en el tema, que algo perfectamente acabado).La islamización de Indonesia se inicia en el siglo XIII, aunque ya desde mucho antes comerciantes musulmanes se habían instalado en el país y se habían casado con mujeres nativas. La islamización comenzó en el norte de Sumatra y para el siglo XIV algunos miembros de la nobleza javanesa y Brunei también se habían convertido. No sería hasta el siglo XVI que el Islam realmente se convertiría en la religión de Indonesia.
La islamización de Indonesia fue paulatina y sin violencia y es un proceso sobre el cual existen muchas lagunas históricas. Fue, por lo general, un proceso de arriba hacia abajo. El raja era convertido por algún comerciante o, más probablemente, por un maestro sufí, y a partir de la corte el islam iba difundiéndose hacia el pueblo. A diferencia de lo que ocurriría en la Malasia peninsular o en Aceh, en el norte de Sumatra, el Islam indonesio sería un Islam heterodoxo, que integraría sin dificultad tradiciones del reciente pasado hindu-budhista.
A partir de finales del siglo XIX el Islam indonesio comenzaría a recibir una serie de embates que pondrían a algunos de los nervios y les dirigirían hacia nuevos caminos. Los holandeses tradicionalmente habían sido indiferentes en cuanto a la religión de los colonizados: mientras fuesen rentables, se la sudaba a qué Dios adoraran. Sin embargo, a finales del siglo XIX, su actitud cambió y empezaron a permitir e incluso a promover la acción de los misioneros protestantes. Al mismo tiempo, algunos priyayi (nobles) en Java abrazaron con entusiasmo la educación moderna europea y comenzaron a cuestionar el Islam. Un ejemplo de esa línea de pensamiento que, sin embargo, nunca fue mayoritaria, fue “Babad Kedhiri” de 1873, que describe la caída del último gran reino no musulmán de Indonesia, el de Majapahit, en tonos que no dejan en buen lugar a los musulmanes. Como en otros países, el impacto de la modernidad y el peso de la explotación colonial fue haciéndose más pesado y generando un naciente nacionalismo. En los países musulmanes esto se tradujo en la pregunta angustiosa de cómo era posible que el mundo musulmán hubiera sido adelantado por Occidente y cómo podía reformarse el Islam para recuperar su superioridad perdida. Fue así cómo en Egipto y otras regiones de Oriente Medio pensadores como Muhammad Abdu o Rachid Rida comenzaron a elaborar fórmulas para la reforma del Islam y el retorno a las esencias, que acabarían difundiéndose por todo el mundo musulmán. El Islam reformista entró en Indonesia por vía de Singapur, que era el puerto de tránsito preferido por aquellos indonesios que hacían el hajj. En Singapur había comunidades árabes y de musulmanes indios que estaban en estrecho contacto con Oriente Medio y estaban al cabo de la calle de las nuevas corrientes de pensamiento que se estaban desarrollando allí. Esas comunidades, además, utilizaban el bahasa malayo, muy semejante al bahasa indonesio, para difundir sus ideas.La primera asociación de musulmanes modernistas que apareció en Indonesia fue la Jami’iyyah Khayr (“Sociedad benevolente”) creada en Batavia la actual Yakarta) por hadramíes, esto es, descendientes de árabes venidos de Hadramut. La Jami’iyyah Khayr abrió escuelas que, siguiendo el modelo holandés, formaban a los alumnos en materias útiles para el mundo moderno.La sociedad se trajo a algunos profesores de Oriente Medio que estaban imbuidos del pensamiento reformista. Es posible que estos profesores trajeran más ideas modernistas de las que habían pensado los promotores. También fueron hadramíes los que estuvieron detrás de la creación de Al-Irsyad, fundada en 1913 para abogar por la introducción de la shariah y la constitución de un estado islámico. La asociación también buscaba difundir la educación islámica.Más importante que las anteriores de cara al futuro fue Sarekat Dagang Islam, la Unión de Comerciantes Musulmanes, creada en 1912 como una sociación de ayuda mutua. Pronto la asociación, redenominada como Sarekat Islam, amplio su radio de acción a toda la comunidad musulmana indonesia y amplió el ámbito de sus intereses a los temas sociales y políticos. Sus principales inspiradores fueron Hadji Omar Said Tjokroaminoto, que acabaría adoptando posturas radicales que le llevarían al PKI, y Hadji Agus Salim La influencia del socialismo y hasta del marxismo, fue creciendo en su seno, hasta que en 1921 se produjo una escisión: los elementos más radicales se pasaron al naciente Partido Comunista de Indonesia (PKI), mientras que el resto se aproximaba a la Muhammadiya. Por cierto que junto con los más influidos por el marxismo se fueron también los menos influidos por el movimiento reformista. El marxismo para penetrar en el Sarekat Islam se había javanizado y había esgrimido la bandera del Islam abangan, esto es, del Islam más imbuído de las tradiciones javanesas.