(Gijón, El Norte de España, A. Rubiera)
La banda de música de Gijón <<Villa de Jovellanos>> logra su primer galardón internacional con un rotundo éxito en Rybnik.
Llegaron a Rybnik (Polonia) cansados, tras un largo y tortuoso viaje en autobús de 36 horas, y muchos de ellos apenas habían podido dormir. Pero nada de eso impidió que con cuatro horas escasas para desentumecer el cuerpo, los cerca de 50 integrantes de la Banda de Música de Gijón «Villa de Jovellanos» se subieran el pasado viernes al escenario del auditorio de Rybnik y dieran lo mejor de sí mismos ante un jurado compuesto por especialistas de diferentes paises, principalmente directores de orquestas.
Rayando la perfección debió de salirles la interpretación de «Una noche en Granada», de Emilio Cebrián; «Ross Roy», de Jacob de Haan; y «El camino real», de Alfred Reed, tres obras de alta dificultad que fueron las primeras que los polacos oyeron tocar a los asturianos. Les seguirían muchas más, pero ese fue el primer paso en lo que acabó siendo un rotundo éxito cosechado durante tres días -hasta la final del domingo, 19 de junio- por la Banda de Música de Gijón en el festival internacional de bandas que desde hace veinte años se celebra en la localidad polaca, ubicada a pocos kilómetros de la frontera con la República Checa, y que en esta ocasión reunió a formaciones de Irlanda, Polonia, Ucrania, Serbia…. En otros momentos de su participación, en distintas localidades y puntos de la ciudad, a los gijoneses también se les pudo oír con obras del repertorio nacional y asturiano, como «Suspiros de España» o «La Rapacina».
Todo acabó por fraguar un gran éxito y el pasado martes la expedición llegó de nuevo a Gijón con su preciado trofeo, una «lira de oro» -como se denomina el festival- y un diploma acreditativo de que en todas las ediciones celebradas hasta el momento nunca hasta ahora se había otorgado una puntuación más alta a ningún conjunto participante: 95,7 puntos sobre cien posibles. Los gijoneses, además, saben que acariciaron el galardón al mejor director del festival, que a punto estuvo de llevarse David Colado Coronas, pero el jurado optó por la ley de la «compensación» para no centralizar todo el éxito en España.
«Fue la primera incursión en un certamen internacional y no podemos estar más contentos y satisfechos. Habíamos hecho un buen trabajo de preparación pero estoy realmente muy orgulloso del rendimiento de los músicos y de que nos hayan dado un “summa cum laude”. Estamos como en una nube», reconocía ayer mismo David Colado, el director de la Banda desde hace dos años. Para Colado el premio es «un estímulo enorme», sobre todo para una formación que tiene más de 70 actuaciones al año comprometidas sólo en Gijón, por todos los barrios y los centros municipales, y apenas tiene tiempo para airearse fuera del territorio asturiano. En este caso la oportunidad les llegó a través de una asociación europea de minas que, dado el contacto entre profesionales del sector en Polonia y Asturias, propició el viaje. Eran los primeros participantes españoles en la historia del festival y el listón no pudo quedar más alto. «Estamos muy orgullosos», recalca Colado