Ricciardo celebra su victoria en Montreal - Foto: AP.
Puede que sea el tipo más carismático de la parrilla actual de la Fórmula 1 y, sin duda, la mejor irrupción en la élite desde la de Sebastian Vettel, capaz de ganar su primera carrera con un Toro Rosso, y de Lewis Hamilton, que rozó el título a la primera con McLaren. Daniel Ricciardo (Perth, Australia, 1989) fue el elegido por Red Bull para sustituir a Mark Webber. Había picado piedra en el exigente programa de pilotos de la escudería energética, había sufrido con un Hispania en 2011, además de sumar 30 puntos en dos años con Toro Rosso. Su debut en Australia fue explosivo, un segundo puesto que perdió por una sanción de la FIA. Desde entonces Mercedes había copado todas las victorias y cuatro dobletes, hasta que Ricciardo sacó provecho en Canadá de una carrera caótica para estrenarse en la Fórmula 1 tras superar a falta de tres vueltas a Nico Rosberg, con problemas en la unidad de propulsión. El mismo problema que tuvo su compañero Hamilton, obligado a retirarse en el 48º giro. Vettel, otra vez muy lejos de su vecino en Red Bull, fue tercero.
"Todavía estoy en estado de show", dijo Ricciardo, entrevistado por Jean Alesi, otro que en el mismo escenario, y justo el día de su 31ª cumpleaños, logró su primer y única victoria en el Gran Circo (1995). Poco le falta al australiano para sopar 25 velas. Lo hará el 1 de julio, aunque ya tiene en mente el 22 de junio, fecha del GP de Austria, propiedad de Red Bull: "Sería increíble ganar allí, pero quiero disfrutar antes de este triunfo". Ricciardo fue el más listo de la clase, por más que le costó superar a Checo Pérez, que le hizo un gran favor conteniendo a los que venían por detrás. El mexicano solo realizó una parada, no tenía grip y estaba lastrado por los frenos. Pérez llevaba una carrera excelente, de superviviente, hasta que en la primera curva de la última vuelta fue embestido por un Felipe Massa que marcó la vuelta más rápida de la jornada y que por primera vez en mucho tiempo se vio con opciones reales de victoria. Ambos fueron trasladados al centro médico. Están bien.
Tampoco acabó contento Fernando Alonso, que solo fue sexto y no notó las mejoras prometidas por Ferrari para Montreal. El escenario del primer triunfo de Ricciardo, al que Vettel se esmeró en felicitar y al que levantó del suelo en señal de reconocimiento. Al alemán le ha tocado un vecino duro de pelar y que ya le saca 19 puntos, aunque está a 61 del líder Rosberg, con 32 más que Hamilton.