Los esguinces de tobillo a menudo son el resultado de una caída, una torsión repentina, o un golpe que fuerza la articulación del tobillo sacándola de su posición normal. Normalmente ocurren mientras se practican deportes, usando zapatos inadecuados, o caminando o corriendo sobre una superficie desigual.
En ocasiones los esguinces de tobillo ocurren debido a tobillos débiles, una condición médica con la que nacen algunas personas. Lesiones anteriores en los tobillos o los pies también pueden debilitar el tobillo y llegar a causar esguinces.
La rehabilitación física post esguince es crucial y debe consistir en :
1. Fortalecimiento muscular: los ligamentos no poseen tejido contráctil, por lo tanto es imposible fortalecerlos, pero podemos protegerlos si tenemos una musculatura fuerte que le brinde un soporte y una estabilidad a la articulación. Si no se fortalece el grupo muscular que a sido afectado las probabilidades de que vuelva a sufrir un esguince de mayor grado aumenta.
2. El estiramiento muscular: hay músculos que debido a posturas adquiridas por férulas, soportes ortopédicos o yesos, están acorados o contracturados y es necesarios estirarlos.
3. Entrenamiento de marcha (caminar) y propiocepción: al perder la naturalidad al caminar el cuerpo sufre compensaciones que a la larga traen lesiones o empeoran las ya existentes, el segmento afectado (tobillo) pierde la sensibilidad para el contacto gestos como frenar, saltar o simplemente caminar resultan muy difíciles o dolorosos por lo que hay que reeducar los propioceptores de la articulación.
4. Entrenamiento del gesto deportivo: si es un deportista es fundamental entrenar y realizar la rehabilitación física de acuerdo al deporte que practica.