La delincuencia juvenil ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor alarma, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad. Muchos de los estudios criminológicos giran en torno a este fenómeno. A la forma de erradicarlo y al modo de resocializar a esos menores. Una amplio sector de la población sostiene que la resocialización de estos criminales juveniles es prácticamente imposible en muchos casos. Se equivocan.
'CrimenyCriminologo' ha tenido la oportunidad de hablar con una persona que con tan solo nueve años ya lideraba una pandilla criminal que robaba coches y tiendas. Y que con tan solo 11 años ya tenía 150 antecedentes policiales. Un hombre que hoy en día es un modelo en la filosofía resocializadora. Hablamos de Juan Carlos Delgado. Más conocido como 'El Pera'. Juan Carlos es una demostración de que si se quiere, se ayuda y se trabaja en la dirección correcta y con los profesionales adecuados se puede cambiar el comportamiento delictivo de los individuos y conseguir que sigan una vida ajustadas a las reglas establecidas por la sociedad.
- La primera pregunta es obligada. ¿De dónde le viene el mote del 'El Pera'?
Me lo pusieron a los siete años unos colegas de mi pandilla. Lo hicieron porque robé un loden (abrigo) de niño pijo. Con el objetivo de tenerme controlado, los Guardias empezaron a potenciar ese apodo.
- ¿Cuál fue el primer acto delictivo y a qué edad?
A muy tempana edad, sobre los seis o siete años. Fue en el colegio a un niño de mi edad y días después en un establecimiento de chucherías en Simago.
- ¿Qué lleva a un niño a cometer esos hechos?
La carencia, la desigualdad, la necesidad.
- ¿Han cambiado los métodos y los hechos delictivos respecto a cómo se cometían en su época? ¿Son más violentos los menores hoy en día?
Claro que todo en la vida cambia. Ahora nos tocan jóvenes más informados, más preparados y, por supuesto, más violentos.
- ¿Cuándo se da cuenta 'El Pera' que debe cambiar y convertirse en Juan Carlos Delgado? ¿Qué o quién le hizo cambiar?
Cuando uno está continuamente en el filo de la navaja tarde o temprano le toca el gordo. Yo tuve la fortuna de conocer a mi Dios en la tierra, a mi Tío Alberto y con su sabiduría todo empezó a cambiar.
- Muchas veces ha dicho que está en deuda con la sociedad.....
Y lo estoy de alguna forma. Con mi familia y con todos aquellos que me ayudaron a dar ese giro. Por eso cada día me implico más en ayudar y aportar mi granito de arena a los que me necesitan. Ya sabes “de bien nacido es ser agradecido” y yo lo soy.
- ¿Existen casos perdidos o todos los menores pueden ser resocializados? Es importante el entorno, ¿verdad?
Yo diría que casi todos los casos tienen solución, hablamos de niños. Otro tema es el tipo de delito cometido, si hablamos de robo o de uso de violencia. La historia cambia mucho y la forma de ayudar a cada problema son muy diferentes.
- Usted ha dicho en alguna ocasión que no era un delincuente, solo un niño....
Y así es, solo era un niño por lo que no era un delincuente. Era travieso, un problema y hasta un poco cabr…….pero era un niño por encima de todo. Otra historia es que ese niño fuese muy maduro y lo que hacía sólo lo pudiera hacer un adulto. Por eso fui ‘El Pera’.
- Debe ser duro ver como las personas con las que cometía los delitos pasan de cárcel en cárcel en el mejor de los casos. Falleciendo, en otros casos.
Me siento afortunado de ser un superviviente y al mismo tiempo, me da mucha pena haber perdido a mis amigos, no tuvieron la misma suerte que yo. Quizá alguno de ellos, de haber tenido la mano que me tendieron a mi, hoy sería persona de bien.
- ¿Qué le diría usted a todas esas personas que opinan que muchos menores son monstruos y su reinserción en la sociedad es imposible?
Que si se quiere, se puede. Si los etiquetamos estamos perdiendo una batalla y la perdemos todos. Yo no creo que nuestra sociedad sea y piense así. Hemos creado un sistema para el futuro y el futuro del mundo son los niños.
- ¿Qué opinión le merece nuestra ley del menor?, ¿qué cambiaría?
Las leyes no siempre gustan a todos. En general está bien, pero tiene muchas lagunas y puntos débiles a mejorar.
- Ha pasado de escapar de la policía a colaborar con ellos, enseñándoles métodos de conducción ¿Era algo inimaginable para usted?
Eran mis enemigos. Y hoy son mis alumnos. Esto deja claro que la sociedad da oportunidades. La historia no siempre está escrita y puede cambiar de muchas forma, ojala siempre fuera hacia el bien.
- ¿Cómo aprendió usted a conducir?, ¿son su vida los coches?
Nací con un volante en mis manos. Sé conducir casi antes de hablar. Otra historia muy diferente es pilotar o ser piloto profesional. Eso se logra, como todo en la vida, con esfuerzo y aprendizaje. Los coches y la velocidad son parte de mi cuerpo.
- ¿Qué mensaje le daría a esos chicos que se encuentran en una situación similar a la que usted vivió?
Que luchen por salir del mal camino, que merece la pena y que además vivirán mejor y más tranquilos. Que la delincuencia tarde o temprano se paga. En el mejor de los casos, con la cárcel.