Sin querer dejar de lado un tema tan importante como el de los trastornos alimentarios, me gustaría dedicar unas líneas a la importancia de mantener una alimentación variada. No me estoy refiriendo aquí al hecho de comer de todo (fruta, verdura, pescado, etc) con la idea de estar sano, algo que por otro lado resulta recomendable. Más bien estoy hablando de aquellas personas que por temor a ganar peso, manifiestan unos hábitos alimenticios y una rigidez que les lleva a un círculo de "comidas controladas", el cual puede ser muy limitante.
Al igual que nos sucede en muchos otros ámbitos de nuestra vida, tratamos de repetir aquellas conductas que aparentemente nos dan unos buenos resultados y nos aportan estabilidad: utilizamos la ropa que nos resulta cómoda, estudiamos en el mismo sitio, vamos a las mismas gasolineras, a los mismos restaurantes, cines, etc. Somos animales de costumbres, y una cierta rutina nos aporta equilibrio y sobre todo seguridad.
Esto no es malo del todo, sin embargo, si hablamos de aquellas personas que muestran problemas de alimentación o de peso, la cosa se pone más fea al querer ser tan rutinarios. Desgraciadamente, si hablamos de la anorexia, nos damos cuenta de como las personas que la padecen muestran una serie de rutinas y de controles que les resultan muy limitantes. Algunos ejemplos pueden ser el cenar muy poco por el miedo a irse a la cama llenas, el utilizar un determinado tamaño de los paltos al comer, el hecho de escurrir el aceite de los alimentos, el negar rotundamente cualquier salida a un restaurante no conocido, el ingerir cantidades totalmente controladas y milimetradas de dulces o pan, etc.
Estas personas aparentan llevar una vida normal, y con mucho esfuerzo logran avanzar al menos por un tiempo. Sin embargo, pronto se dan cuenta del intenso agotamiento producido por tanto control, amén de la deficiencia nutricional que lo acompaña.
¿Dónde está el problema? En el erróneo aprendizaje mental que expresa la siguiente regla: "si controlo de esta forma no ocurre nada (no engordo), así que todo lo que sea salirme de este plan es un verdadero riesgo". Al seguir este razonamiento, sus vidas van estrechándose cada vez más, y si en alguna ocasión se saltan sus reglas aunque sea un ápice, los sentimientos de culpa y las conductas compensatorias pueden ser terribles.
Por eso, hoy te animo a que te des cuenta si te estás sintiendo identificado/a con lo que estás leyendo. No hace falta que tengas anorexia o bulimia, sencillamente puede que estés atrapado/a en un círculo de excesivo control y negación de la situación en cuanto a la comida. De ser así, es muy importante que te propongas pequeñas metas en cuanto a romper dichas rutinas, pues es la única forma de que la regla que antes mencionaba se deshaga: "puedo comer cosas diferentes y no por eso engordaré ni ocurrirá nada terrible"
Podrías proponerte por ejemplo incorporar cada semana un alimento diferente, hacer algún exceso o tomar algo en lugares que no te atreves a pisar. Al hacerlo quizá empieces a notar que lo que temes no es engordar, sino otras cosas... cosas en las que puedes trabajar personalmente para seguir creciendo.
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