La ruta de las bacterías

La presumida necesidad de oír mi propia voz persiste aún cuando la canción que canto ya no me estimula. No es otra presunción la que me conduce a creer que he explicado todo con la frase inicial. Asi que, como decían antes los humanos: el que la agarra, la agarra. No sé qué quiere decir pero todo el mundo lo dijo alguna vez seguramente para justificar explicaciones sin sentido.
El tema que me trae hoy, el último post de este blog, es la noticia que impactó a la humanidad nación futbolera ecuatoriana. Se trata de una filmación que muestra a un referí recibiendo a mano pelada un dinero de procedencia dudosa, como si otra descripción le cupiera a la procedencia de las cosas. Ya está el think tank del fútbol mundial buscando el eslogan más contundente para expiar culpas y desagotar la rebalsada indignación del público cuyo desengaño comienza a ser tema en el Vaticano donde saben bien que por algún lado se empieza. Tan poco convincente como estimulante del deseo colectivo fue la última ocurrencia del menos confiable de los integrantes del equipo a quien consultaron más por pasar el rato que con la esperanza de obtener un buen resultado.
Se sabe que cada billete de un dólar contiene tres mil bacterias, y que más vale una picazón en la laringe antes que cien infecciones pulmonares volando. Conocimiento que hace que muchos tosiéramos y estornudáramos sobre un billete de cincuenta pesos menos para ostentar que para mantener alejados a los ladrones. Especulando alrededor de un laberinto de ideas fueron descartando las peores hasta decantar en dos que si bien no están dotadas de una credibilidad aplastante al menos proponen nuevos paradigmas de manipulación social.
A) La posibilidad de que el árbitro estuviese sumergido en un delirio místico según el que creyó haber sido convocado por voces divinas a secuestrar las bacterias que enferman a la humanidad.
B) El árbitro es el Robin Hood del siglo XXI.
Parece que, perdidos por perdidos y ya sin lugar en el espíritu (ni en la materia) para una nueva derrota, se han decidido por la opción B (siempre gana el azul). Cierto es que acostumbran los del think tank a subestimar en exceso la inteligencia del público, tienen la creencia de que deben conquistar la fe de los individuos que poseen una inteligencia superior a la media, confunden una media con un soquete, y se distraen haciendo rimas groseras perdiendo de vista el objetivo principal que no es sino el de continuar sosteniendo una farsa, para estas épocas, en clara decadencia.
Habrá que estar alertas a la reacción general, orar por la habitual piedad que los dioses tienen para con los delincuentes, y evitaran el comienzo de una guerra civil en Ecuador cuya peligrosidad pudiera extenderse hacia el resto del mundo teniendo en cuenta la facilidad con la que el fútbol conduce a la sin razón. Seguramente los medios seguirán informando nomás la conexión con las fuentes se les cortara. Es sabido que el periodismo consiste en una memoria que falla y en un desconocimiento que se ignora. Ahora que lo pienso, similares procedimientos fueron utilizados en la invención del universo. En fin, que nadie necesitará de un blog de fútbol para conocer la espeluzzzzznante historia del árbitro que pretende justificar con el pito la baba en los billetes.
La canción que elegí (supuse que debía elegir una) para este post es Tossin' and turnin' en la versión de mi amado Peter Criss ya que Tossin' se traduce como Tosiendo y, Turnin', como Estornudando (al menos eso me explicaron las bromistas voces del inframundo), y la postura del rock & roll es un poco blasfemar sobre la estampita del dios dinero aunque simplemente fuese para espantar a los ladrones.

*Para mis muchos pocos ocasionales perturbados seguidores les cuento que algo está gestándose nuevo que siquiera yo soy capaz de saber qué es pero que informaré aquí mismo para que quienes me ignoraban mediante este blog pudieran ignorarme en otro lado ahora con un 200% de eficacia. (Promoción sujeta a modificaciones.) Pasenlá joya.