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La solidaridad también es para el verano

Publicado el 23 julio 2021 por Globalhumanitaria @Ghumanitaria

¡Por fin llegó! Después de otro año en el que la pandemia ha marcado nuestra agenda, nuestra vida, nuestro modo de trabajar, de descansar, de estudiar… hemos llegado al verano con más ganas que nunca. Ganas de disfrutar, de desconectar, de pasar tiempo con nuestra familia y amistades sin mirar el reloj… y seguro que con el propósito de consultar también un poco menos que de costumbre el móvil, que se ha convertido en parte ya de nuestra vida.

Algo más confiados y menos temerosos, aunque de nuevo un poco en alerta por el aumento de casos, por fin podemos retomar actividades que habíamos dejado de lado: hemos planificado al dedillo nuestras rutas, nuestras escapadas, nuestras visitas, nuestras vacaciones fuera (si la crisis aun nos ha dejado un poco de margen para el ocio). Tal vez iremos a un concierto con la emoción de una primera vez, o prepararemos con más mimo que nunca una quedada con las amistades de siempre…

Pero… ¿has dejado un hueco en tu agenda para alguna iniciativa de las que no solo llenan el cuerpo y la mente, sino también el espíritu? El verano es un gran momento para tener en el punto de mira la solidaridad y el bien común, una época en la que podemos dar ejemplo en nuestro entorno, a la gente pequeña de la casa, sobre cómo vivir un verano consciente y comprometido a la par que disfrutamos y cuidamos de los sitios en los que  vamos a integrarnos.

Si quieres alguna idea sobre cómo puedes hacerlo sigue leyendo: hoy te traemos 5 acciones que pueden transformar vidas. Porque, “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”

  1. Protégete y protege a los que te rodean.

El coronavirus sigue a nuestro lado. Aun no sabemos hasta que punto las vacunas son efectivas al 100% ya que sigue habiendo muchos casos de contagios, especialmente entre gente joven y/o sin vacunar. Así que no hay mejor manera de seguir velando por nuestra salud y por nuestra sociedad que continuar siendo muy responsables con las medidas de contención del virus: mascarilla en espacios cerrados, higiene de manos, distancia social, grupos burbuja… ¡Protégete, protégenos!

  1. Piensa en quienes no pueden hacerlo

Como te contábamos en nuestro anterior post, el Covid-19 sigue golpeando duro en muchos países del mundo que aun no han podido vacunar a gran parte de su población. Con sistemas de salud aun saturados, productos de protección e higiene limitados y muchas aulas cerradas que están dejando a millones de niñas y niños en riesgo de exclusión.

Igual podéis planificar en familia (si hay algo de margen en el marco del presupuesto asignado a las vacaciones) para colaborar con alguna iniciativa solidaria: sustituir una de las comidas en un restaurante por unos bocatas y destinar ese dinero a alguna acción solidaria; pedir que algún regalo de un cumpleaños se destine a algún niño que lo necesite; ¡incluso destinar parte de la recaudación de la fiesta de la espuma a una causa social!

Hay un montón de entidades que están haciendo envíos para la crisis del Covid. En Global Humanitaria tenemos abiertas diferentes iniciativas de apadrinamiento, envío de mascarillas a 8 países de América Latina, África y Asia o reparto de cestas de alimentos en nuestro país a las que te puedes sumar.

  1. Haz voluntariado

El personal profesional o el voluntariado de asociaciones y ONG también necesita vacaciones. Pero las personas a las que atienden seguirán teniendo las mismas necesidades que en cualquier otra estación. Así que, seguro que si te das una vuelta por alguna entidad del entorno en el que estés y ofreces tus servicios, serán más que bienvenidos.

Pasar una tarde preparando kits de alimentos, atender el teléfono, asistir en los repartos de menús… todos estamos preparados para encontrar nuestro hueco en alguna entidad. En este enlace puedes encontrar organizaciones que están buscando voluntariado, y filtrar por localidad. Pero seguro que también en alguno de tus paseos, si vas con los ojos bien abiertos, das con alguna entidad que te está esperando con los brazos abiertos.

  1. Cuida el medio ambiente

El mejor ejemplo que puedes dar a tu familia mientras hacéis una actividad útil, divertida, y que calará hondo para su futuro. Además de ser completamente consciente de vuestro propio uso de los recursos (rechaza pajitas de plástico, ahorra agua aunque vaya incluida en el precio del hotel o apartamento, recoge tus propios residuos…) te proponemos alguna idea más.

Por ejemplo, puedes pautar una vez a la semana una acción más global: como recoger durante dos horas basura de un parque, montaña o playa. O aprovechar, ahora que tienes más tiempo, para reciclar correctamente todo en casa y sentar las bases para hacerlo bien de aquí al adelante… incluso una visita a un punto limpio puede ser una gran oportunidad de conocer qué productos deberían acabar ahí. Bueno, puede que antes de ponerte, tengas que ver un tutorial para aprender de verdad.

  1. Conviértete en el adalid de tu comunidad.

Si no te vas (o cuando vuelvas), ¿has pensado todo lo que puedes hacer por tu vecindad? Mira con ojos de ver: ¿han quedado personas ancianas o vulnerables solas a tu alrededor? ¿Puedes ofrecerte para ayudarles con alguna cuestión? Piensa también en alguna mamá o papá en apuros, sin guarderías y trabajando con este calor… ¡Pero si incluso ofrecerte a regar las plantas de ese vecino tan simpático hará que cuente con una preocupación menos!

Y es que, de eso trata el bien común. Un filosofía de vida que conlleva el bienestar y beneficio de la colectividad por encima de los deseos o las aspiraciones individuales. Una ecuación en la que todo el mundo gana y que te hará vivir un verano inolvidable. ¿Te apuntas al bien común?

Image by Luisella Planeta Leoni from Pixabay


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