
Atrapante, paralizante, turbia y por momentos terrorífica, Prisoners deja sin aliento al espectador. Amantes del género pueden sentarse y dejarse llevar por la tensión de una historia exasperante al extremo, comparable a la majestuosa Mystic River. Denis Villeneuve lleva a cabo un arduo y destacable trabajo transportándonos a los estados de ser más supremos del ser humano en cuanto a impotencia, bronca, angustia y desesperación. Y esta tarea la consigue reflejar gracias a la enorme interpretación de Hugh Jackman en la piel de un padre agobiado y sacado de eje por completo, capaz de traspasar los más insospechados límites con total de recuperar a su pequeña hija, quien desapareció junto con su amiga. Pocas pistas, días que pasan y las niñas no aparecen. ¿Cómo incriminar al principal sospechoso si aparenta tener la mentalidad de un chico de 10 años y da muestras de no entender lo que le preguntan? Pero, ¿cómo no dudar de él si ni siquiera responde? ¿Hasta dónde puede llegar la voluntad de un hombre en una búsqueda frenética? Mensajes moralistas y eventos brutales se entrecruzan con total prudencia en el transcurso del film.

LO MEJOR:el misterio, la incertidumbre, la tensión, las actuaciones. Lo turbio del relato, lo hipnótico que resulta. LO PEOR:probablemente y aunque no aburra, dos horas y media resulte extenso para lo que se cuenta.
PUNTAJE:9,1