La sucesión en la empresa familiar constituye uno de los momentos más críticos y delicados en su ciclo de vida. Es un proceso que implica el traspaso de la propiedad y la gestión, sino también la transmisión de valores, cultura empresarial y legado familiar. Por esta razón, la planificación de la sucesión debe abordarse con antelación, claridad y profesionalidad, y es aquí donde entra en juego el protocolo en la empresa familiar.
El protocolo en la empresa familiar no es simplemente un conjunto de normas o directrices, sino un documento formal que establece las bases para la gestión y la sucesión en la empresa. Este protocolo, que se suele elaborar con la participación de todos los miembros de la familia, incluye aspectos como la política de empleo para los miembros de la familia, la formación de los sucesores, la resolución de conflictos, la retribución, y las normas para la venta de acciones o la salida de la empresa. Su objetivo es garantizar la continuidad y el crecimiento sostenible de la empresa a través de generaciones, protegiendo los intereses tanto de la familia como de la empresa.
Uno de los aspectos más importantes del protocolo es la definición clara de los criterios para la selección de los sucesores. Esto implica no solo evaluar las capacidades y la preparación de los posibles candidatos, sino también su compromiso con los valores y objetivos de la empresa familiar. La sucesión debe ser un proceso transparente y justo, que fomente la unidad y el respeto dentro de la familia.
El papel del notario en la empresa familiar es fundamental, especialmente en la formalización de acuerdos y protocolos. El notario asegura que todos los acuerdos cumplan con la legalidad vigente, y que se registren de manera oficial. Esto es vital para prevenir conflictos futuros y asegurar que todos los miembros de la familia estén en igualdad de condiciones en cuanto a derechos e información. El notario también puede actuar como un mediador imparcial en casos de desacuerdo o conflicto.
La sucesión y el protocolo en la empresa familiar no son solo cuestiones legales o financieras; son procesos que requieren sensibilidad, comprensión y un enfoque a largo plazo. La clave del éxito en la sucesión en la empresa familiar reside en la preparación y formación de los sucesores, la comunicación abierta y honesta entre todos los miembros de la familia, y el establecimiento de mecanismos claros y justos para la toma de decisiones.
En conclusión, la sucesión y el protocolo en la empresa familiar son procesos complejos que requieren una planificación cuidadosa y un enfoque estratégico. La formalización de estos procesos a través de un notario y la participación activa de todos los miembros de la familia son fundamentales para garantizar una transición exitosa y el mantenimiento de la armonía familiar y empresarial.
Autor: Mónica Oscáriz Faraut | Artículos - Linkedin de Mónica Oscáriz Faraut
Mónica Oscáriz Faraut es abogada de Barcelona, licenciada en derecho por la UB. Experiencia de más de 35 años en el ejercicio de la abogacía ha completado su formación con numerosos cursos y masters.
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