Dejame ser.
Federico Vicente.
La terca orilla
(Argentina-Alemania-Holanda/2014). Dirección: Celina Murga. Con Alián Devetac,
Daniel Veronese, Gaby Ferrero e Irina Wetzel. Guión: Celina Murga y
Gabriel Medina. Fotografía: Diego Poleri. Edición: Eliane Katz. Dirección de
arte: Sebastián Roses. Sonido: Federico Billordo y Andreas Ruft. Distribuidora:
Distribution Company. Duración: 92 minutos. Apta para mayores de 13 años.
Puntaje: 8
En su nuevo largometraje de ficción, nuevamente
presentado por Martin Scorsese, Murga nos trae un relato que nos habla de la
sensibilidad de un adolescente y la relación complicada que mantiene con su
padre, todo esto ambientado en la provincia de Entre Ríos.
La historia trata sobre Nicolás (Alián
Devetac), un chico de 16 años que vive con su madre y sus hermanos. Tiene un
padre presente hasta un cierto punto: al tener dos familias, vive con la
obligación de mantener a ambas por igual. Nicolás, quien es retratado como una
persona que “no se deja pisotear”, siente las presiones de su papá, quien al
ser médico, quiere que se dedique a lo mismo que él, y además, pueda mantener a
su familia mientras está ausente (que lo está bastante). Teniendo esto en
cuenta, la trama se podría decir que se desarrolla en dos líneas, una que nos
habla de la presión que el padre ejerce sobre su hijo, que nos la muestran, en
parte, por medio de los trabajos que Nicolás debe hacer y mantener, y otra
línea que nos retratan la evolución de la personalidad de nuestro pequeño (pero
complejo) personaje a través de su rutina y su relación con la gente a su
alrededor.
Si bien el final podría parecer un tanto precipitado
o de rápida resolución, la película nos presenta una maduración en la dirección,
capaz de transitar distintas formas de narración (vemos algo más clásico en la
estructura de esta película), y que, indudablemente, nos hace colocar a Murga
dentro de lo más interesante que el cine argentino ofrece en estos últimos años.