Queridos amigos, ¡qué maravilla este adelanto primaveral! Los que hacemos La Tournée des Restaurants & Bistrots no queremos pensar en posibles y futuras restricciones acuíferas y nos limitamos a disfrutar inconscientes de las altas temperaturas sin lluvia casi más que de una tarta de chocolate con briznas de dulce de leche y vapores de mermelada de castaña. Amigos lectores, ¡viva el sol y el cielo azul! ¡Viva la vida y el buen comer!
Rosquillas de la mamá de Sylvie Tartán, calificadas como las mejores del mundo según La Tournée. Receta blindada.
Como podéis ver, comenzamos este nuevo número que tenéis entre manos, o en pantalla, llenos de optimismo. Es lo que tiene el buen tiempo, que alegra los corazones y estimula los estómagos y muchas cosas más que no vamos a mencionar. Como sabéis, en La Guía estamos totalmente en contra de la operación biquini y nos negamos a suprimir de golpe y porrazo el único placer de la vida que es pecado y además engorda. ¡Un dos por uno! ¿Alguien da más? Pues no, señores, no.
1. Comenzamos con esta buena disposición nuestra ruta culinaria que iniciamos con uno de los restaurantes más de moda en la capital y que ha sido bautizado con un nombre tan sugerente como original, Luzi Bombón
Del Grupo Tragaluz, propietario también de El Tomate y de otros múltiples locales y hasta de un hotel, esta brasserie es uno de los restaurantes más codiciados de Madrid en lo que llevamos de temporada. ¡Cuesta mucho reservar en fin de semana! Pero se consigue con paciencia y sin prisas. El local es bonito y amplio, la cocina a la vista, cosa que me gusta, y al entrar te dan la bienvenida sonrientes. Eso sí, no os confundáis buscando el baño ¡que te riñen! Yo me fui al fondo y hacia la luz cual polilla miope y recibí un "¿A dónde va?" que debería haber sido un "Disculpe por favor, ¿puedo ayudarle en algo?". ¡Tironcillo de orejas! En fin, continuemos.
Las puertas de los baños están "mimetizadas" con la pared. No apto para despistados.
El ambiente es de gente guapa y el restaurante tiene una situación estupenda en pleno Paseo de la Castellana. Los que íbamos en comisión de servicio de La Tournée nos decantamos de nuevo por un menú verduril. Mi vestido negro de Narciso Rodríguez me exigía cositas ligeras pero mi estómago me las pedía sabrosonas con lo que intenté poner de acuerdo a los dos para que no se pelearan. Por ello hicimos la siguiente elección:
- Una riquísima burrata con rúcula fresca. Adoro este vegetal al que me aficioné de manera adictiva en una de mis estancias en Venecia ya que allí te lo ponen en los bocadillos y en todo tipo de platos y le da un toque delicioso.
- Un ceviche de bogavante con salsa picante adicional y opcional. Viene por separado con lo cual no hay problema en caso de falta de consenso entre los comensales.
- Unos diuréticos y riquísimos espárragos trigueros:
- Y por último, una deliciosa lasagna rellena también con verde pero sin dejar de ser por ello suculenta como corresponde a este típico plato italiano.
En Luzi Bombón también podéis quedaros en la barra a regar vuestra digestión con unas copas, tanto de afterwork entre semana, donde seguro no les falta clientela, como en "modo" fin de semana.
Os recuerdo su dirección:
Luzi Bombón.
Dirección: Paseo de la Castellana, 35, entrada por la calle Rafael Calvo. 28046 Madrid.
Teléfono: 91 702 27 36. ¡Llamad con bastante antelación!
2. Seguimos en Madrid pero pasamos al barrio de Chueca, en concreto al preciosoMercado de San Antón. Cool, divertido y práctico porque aquí no sólo podéis comer y ver gente interesante, sino también comprar el mejor género para vuestras manducas que incluso, en algunos casos, os pueden cocinar allí mismo, ¡consultadlo!
Fachada del mercado en la calle Augusto Figueroa, 24 de Madrid.
Una hamburguesa muy simpática que sonrió al ser fotografiada.
Me encantan los puestos de frutas y verduras, ¡son tan fotogénicos!
Foto de la terraza de la planta de arriba, ¡llenita este pasado verano!
Y es que, hace una semanas, tuve la suerte de ser invitada por las Bodegas Luzdivina Amigo de El Bierzo a la degustación de uno de sus riquísimos vinos acompañada de un copioso y estupendo cocido maragato. Como veis, pongo el vino en primer término. El lugar para tan apetecible encuentro era la taberna vinoteca "La Imperial" , en la planta segunda, y que está especializada en tortillas, guisos caseros, pescados frescos, chuletones.... Su amabilidad y competencia contribuyeron a que pasáramos un rato de lo más agradable.
Ambiente de lunes a las 15.00 en La Imperial.
El vino era Baloiro, un tinto crianza de uva mencía absolutamente delicioso y que os recomiendo personalmente. ¡Hay que descubrir vinos nuevos! Que somos unos vagos. ¡Yo la primera!
Del cocido maragato (provincia de León) estaba todo rico: garbanzos, carne, oreja, verduras... pero lo mejor, la sopa, que en el caso de este tipo de cocido, se toma después de comer. Os comento que tradicionalmente este plato alimentaba a los trabajadores del campo como única comida para una dura jornada, así que ¡imaginaos! Es hipercalórico, o sea, ideal para nuestros fines más pecaminosos y para hacer realidad nuestras fantasías culinarias más ocultas.
Bendita cuchara y bendita sopa.
La Imperial durante el mes de febrero ha estado organizando todos los lunes estas jornadas gastronómicas, así que, queridos lectores que visitéis o viváis en Madrid, estad atentos a esta pizarrita o a la página de facebook de la Taberna Vinoteca, cuyo enlace os he dejado más arriba.
Y para terminar, foto de familia con Miguel Ángel de las Bodegas Luzdivina Amigo,Huang y su mujer, simpatiquísimos exportadores que están llevando a China lo mejor de nuestro país (¡pronto La Tournée en chino!), Sylvie y su fotógrafa y amiga, Regina.
La dirección, ya sabéis: Taberna Vinoteca La Imperial: Mercado de San Antón, calle Agusuto Figueroa, 24 en Madrid.Contacto: [email protected] de la bodega Luzdivina Amigo:Cra. Villafranca, 10. 24516. Parandones, León.3. Y hoy cerramos la guía con un menú "casero" en el más amplio sentido de la palabra. Cena en casa, invitados y una anfitriona que no tiene ni idea de trabajar entre fogones pero que tiene la suerte de tener cocinera, amigos que ayudan con el menú y alguna que otra recetilla birlada en conversaciones coloquiales, así como quien no quiere la cosa.
¡Vamos con ello! De primero, el llamado "caviar rojo", o sea, huevas de salmón salvaje procedentes, en este caso al menos, de Rusia. Ideales para poner con blinis untados en mantequilla. Eso sí por si acaso y para no alterar su sabor, no las toquéis con cucharilla metálica sino con una de nácar que es el material adecuado para el caviar.
Set de cucharas de nácar comprado en Bali. Si no podéis ir allí, aquí podéis comprarlas: Caviar SOS
Caviar de salmón Keta. Podéis comprarlo aquí.
Perlitas rojas, ¡una absoluta delicatessen!
Para contrarrestar, algo más coloquial. Fuente de patatas con salsa ali-oli confeccionada con receta valenciana. Echáis en el vaso de la batidora un huevo, cinco dedos de aceite de girasol, un chorrito de limón, sal y un diente de ajo cortado en rodajillas. Todo batido y por arte de magia os saldrá esta riquísima salsa. Sobre ella, perejil rizado de San Pancracio. De mi San Pancracio.
Seguimos con el picoteo, aceitunas negras con aliño de aceite virgen extra, cebolleta picada y pimentón de la Vera, el mejor de España. Y una pizquita de sal, que yo soy de tensión baja.
De segundo, Sarmale, un plato rumano típico de la Navidad en aquel país pero que se puede comer en cualquier momento del año. Vamos, que no hace explosión, ni es indigesto en esos casos, ni tampoco Dracul se va a ofender.
¿Y qué es la sarmale? Son una especie de rollitos que llevan berza, arroz, cebolla, carne picada de cerdo y de vacuno, especias varias y seguramente algún truco y alguna cosa más que ignoro. Sólo os puedo decir que es una delicia y que comerte cinco o seis rollitos de una sentada es lo mínimo y normal. Os dejo una receta que he encontrado en el blog El Fogón de la Perla Gris. La de mi cocinera no os la puedo revelar porque ella quiere seguir cobrando su sueldo y que yo no aprenda a cocinar, ¡nunca!
El desorden es culpa mía.
En Rumanía este plato típico se acompaña de una torta de Malai, una sémola de maíz que suaviza el sabor de la sarmale.
Y de postre, tarta casera de queso, riquísima y especial para los que no tenemos ni idea de cocina. Un huevo, una tarrina de queso Philadelphia (normal, ¡nada de light!) y un botecito de leche condensada. Lo batís todo (sin los envases, claro), lo echáis en una fuente y al horno a temperatura baja (150º) para que se haga lentamente. Subirá, no os asustéis, y luego retomará el tamaño inicial. Eso sí, chatines, os sorprenderá cómo de algo tan sencillo y simple, sale una tarta tan rica y resultona. Palabra de zote en la cocina.
Y por hoy, nada más, queridos lectores. Esperamos haberos dado información útil en tema de restauración y haberos entretenido con nuestra recién inaugurada sección de cocina casera. Por supuesto, si queréis salir en La Tournée des Restaurants & Bistrots una comisión se desplazará a vuestras casas para hacer el reportaje de esa cena especial que queréis contarnos. Escribid a [email protected] y allí nos tendréis, servilleta y cámara fotográfica en ristre, para saborear vuestros mejores recetas.¡¡Muchos besos y una semana soleada y feliz!!Sylvie Tartán.