Generalmente, ser jefe de recursos humanos suena siempre a latazo gordo. No suele gustar a nadie decidir los futuros de aquellos que contratan, reubican o, a lo peor, despiden. Pues bien, no es el caso de Fidel, el protagonista de esta historia, que incluso llega a disfrutar con el asunto. Llámenlo trauma de infancia, llámenlo mala baba reconcentrada y canalizada, el caso es que el personaje que interpreta con mucha soltura el polifacético Paco León goza del arte de putear al personal mientras disfruta de su éxito de ejecutivo, de su dinero, de sus mujeres… Pero esta fábula bailonga no sería divertida si algo inesperado no ocurriera para darle la vuelta a su mundo. Las circunstancias que ya ustedes verán lo dejan amnésico, sin trabajo y reencontrado con la madre biológica que lo dio en adopción recién nacido. Con ella descubrirá otro tipo de personas, otro tipo de barrio, otro tipo de sentimientos… y el street dance, una forma de vida, junto al grupo de mujeres entradas en años del que su madre (divertida y natural Carmen Machi) forma parte. ¿Quién y por qué es el hombre lapa? Eso es demasiada información para desglosarla aquí, en este preciso instante, pero les aseguro que si no buscan originalidad, ni arte pero sí ensayo (al menos coreografía) y echarse unas muy apreciables risas, la última producción del veterano Fernando Colomo es una excelente propuesta para ello.
La película es más que el reencuentro entre “Aída” y “el Luisma”, es la conexión entre dos intérpretes con enorme química, de grandísima vis cómica, pero cuyo registro va bastante más allá de esto. Concretando en paco León, para el que miran todos los focos de la obra, es capaz de hacer en hora y media de despiadado tiburón, de sonado medio lelo y de entrañable convecino enamorado de un entorno que le ha costado asimilar. Suena bastante completo, ¿verdad?
Colomo y compañía está claro que no pretenden sorprendernos con la complejidad del guión o los giros inesperados del mismo. Está claro que tampoco pretende calar en la metáfora humana que nos deje rumiando un complejo mensaje. En realidad, por pretender, se puede decir que no pretende, porque la ligereza de la propuesta hace de ello una virtud, ya que es así, no porque no dé para más, sino porque justo así ha sido concebida y elaborada.
Pero si son de los que no se quedan del todo satisfechos sin una moraleja final que llevarse a la boca, quédense tranquilos, algo se puede rascar, por eso no se me ocurren demasiados argumentos para no recomendar echar un rato simpático en buena compañía (en la pantalla, de lo otro cada uno es responsable) con el que saldrán de la sala tarareando y con ganas de echar unos bailecillos.
Dirección: Fernando Colomo. País: España. Duración: 90 min. Género: comedia. Intérpretes: Paco León, Carmen Machi, Luis Bermejo, Maribel del Pino, Arlette Torres, María José Sarrate, Maite Sandoval, Artur Busquets, Julián López, Bárbara Santa-Cruz, Marisol Aznar, Jorge Asín, Manuel Huedo, Rebeca Sala, Manel Fuentes, Horacio Colomé, Alfonso Lara, Julián Teurlais, Javier Perdiguero. Guión: Fernando Colomo, Yolanda García Serrano, Joaquín Oristrell. Música: Vicente Ortiz Gimeno. Fotografía: Ángel Iguacel. Estreno en España: 16 marzo de 2018.