La última obra de Eduardo Galeano, El cazador de historias

La última obra de Eduardo Galeano, la que escribió un año antes de morir es la obra que hoy os recomendamos desde Imosver. Este escritor uruguayo conocido y laureado por el público no deja de sorprendernos y esta vez lo hace con El cazador de historias.

Como tantas otras veces, la carta de presentación de este nuevo libro es la propia obra del autor. En este caso dos obras cumbres son las herederas de su fama, Las venas abiertas de América Latina de 1971 y Memoria de fuego de 1986. Ambas obras lo llevaron a ser conocido dentro de los círculos de escritores latinoamericanos.

¿Qué nos desvela Eduardo Galeano en este libro de El cazador de historias? Se trata de un libro contemporáneo, es decir, de historias del siglo XXI. Muchos dicen que Eduardo se fue de caza para encontrar las mejores historias y plasmarlas en este libro. Nos desvela estas sencillas historias a través de la crudeza de la realidad, pero también utilizando la ternura y el humor para acercarnos vidas tan cotidianas como las de sus personajes. Eduardo Galeano quizás tenía un propósito con este libro y es que veamos realidades que a pesar de tenerlas muy cerca, quizás delante de nuestros ojos todos los días, simplemente no somos capaces de ver y conocer.

El escritor Eduardo Galeano se caracterizó durante toda su vida por ser una persona reservada, donde su persona quedaba siempre en un segundo plano. Por eso, sorprende a muchos que en la última parte de este libro de El cazador de historias, podamos entrever e incluso leer entrelíneas pasajes de su propia vida, detalles de su biografía o algunas de sus experiencias de juventud.

Quizás porque intuía que sería uno de sus últimos libros, quizás porque desde hacía años ya estaba retirado del mundo de la literatura, pero lo cierto es que en este libro podemos conocer más de Eduardo Galeano que en ninguna de sus otras obras, incluso podemos llegar a un pasaje donde el mismo escritor se pregunta por el después, por lo que habrá después de la muerte.