De otro tiempo en este. Vieja casona palaciega, en Belvís de Monroy (Cáceres).
© AJR, 2018
del que desconocemos la estadía,
si la mente no muere y nos envía
blancas señales desde el otro lado
del lado en que creemos lo tocado,
lo olido, lo mascado, lo vivido
con todos los sentidos del sentido
que no quiere morir... Si el descarnado relato que nos ata a la dureza
de la clara consciencia y al discurso
de los astros que vemos en el cielo es real y real es la belleza
que nos libera el alma del albur, so-
lo podemos decir: es nuestro anhelo.