Revista Cultura y Ocio

La última salida. Federico Axat

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La última salida. Federico Axat
     "Ted McKay estaba a punto de pegarse un tiro en la sien cuando el timbre de su casa empezó a sonar con insistencia."
     Hay veces en las que uno tiene ganas de que salga un libro, y lo marca en el calendario y lo espera mirando como si de ese modo los días pasaran antes. Otras en cambio uno lee el libro y no puede comentarlo, porque otros no lo han leído y, apenas pasadas unas páginas, se da cuenta de que es uno de esos libros que se disfrutan dos veces... siempre y cuando no cuente nada de la trama a quien lo lee detrás. Entonces empieza otra espera, la segunda, la que viene detrás de la fecha de salida y que es aún peor porque no puedes adelantar lo que pasará en la siguiente página o el capítulo que va después. Eso es justo lo que pasa con el libro que hoy traigo a mie stantería virtual. Hoy traigo, La última salida.
     Cuando conocemos a Ted, un hombre con una buena posición y una familia que nos harían pensar que es feliz, está con una pistola apuntando a su cabeza. Ted ha decidido suicidarse; está solo en casa y tiene todo previsto. Todo excepto que llamen a su puerta interrumpiendo ese momento al que tantas vueltas a dado planeándolo. "Abre la puerta. Es tu última salida" le dicen desde el otro lado. Ted nervioso ante la insistencia y el tono en que le habla quien quiera que esté al otro lado, decide abrir la puerta, y con ella, la caja de pandora.
     A partir de aquí, hay libros que se cuentan por sus letras y otros por sus sensaciones. En este caso, y evitando desvelar ningún apunte de su trama, prefiero decantarme por lo segundo.
     Axat ha conseguido un libro que destaca por su atmósfera angustiosa. Una atmósfera que se cierne más sobre el lector que sobre el protagonista, que será manejado por un narrador cuya fiabilidad será puesta a prueba una y otra vez. Descripciones precisas, con una extensión medida a fuego, acompañarán a una acción tensa que no necesita de grandes carreras para llevarnos página tras página necesitando saber en qué tipo de laberinto nos ha introducido el autor. Y es justo en este punto en el que necesitamos comentar lo que sucede con otro lector, sabemos si somos nosotros los que tememos estar equivocados o si somos más listos que el propio protagonista, convirtiéndose este punto en la parte fuerte del libro: consigue involucrar al lector en una acción que traspasa las páginas de la historia para que nos preguntemos qué sucede.
     Cuando hablamos de thriller, tengo bastante claro que hay dos tipos de libros: unos nos llevan volando intentando adivinar quién hizo qué, y nos dan vueltas en torno a tramas vertiginosas; otros en cambio nos hacen pensar en ellos incluso cuando no los tenemos delante, esos son los que nos obligan a seguir leyendo para pisar firme, para saberlo todo y no limitarnos a un único punto. Y los segundos son los que se disfrutan realmente, porque en ellos nos dejamos llevar hasta ser un peón más de una historia que llega a absorbernos. Y La última salida pertenece a este segundo tipo de libros. Esos en los que conocemos a los personajes por su nombre de pila y buscamos baja cada palabra una pista para avanzar una línea por delante. Personajes que son tratados sin piedad por su autor, que tampoco siente piedad ante un lector que, en muchos casos, se descubre sonriendo al descubrir una pista que había pasado por alto varios capítulos atrás. Habla el autor de laberintos, y es casi seguro la mejor definición para un libro en el que nos encontraremos un gran juego de espejos en el que nada es lo que parece, y en el que todo es, al mismo tiempo, tal y como hemos visto. Una trama llena de malabares que nos lleva a un final tan lógico como inesperado.
      Hoy no me voy a limitar a recomendaros la lectura, hoy os voy a dar un consejo: esta vez tenéis que intentar ser los primeros en leerlo, aseguraros de que nadie os pueda estropear una sola línea, ni una sensación, ni una mueca de incredulidad o una sonrisa satisfecha al comprobar que todo encaja. Y cuando penséis que ya lo habéis leído y que todo está en su sitio, y que ya podréis cerrarlo tranquilos y dormir en paz o salir a tomar un café y retomar vuestras rutinas... Entonces leed el epílogo.
     Y vosotros, ¿cuál es el último libro que os hizo contener la respiración?
     Gracias

Volver a la Portada de Logo Paperblog