La vida es un viaje…

Viaje sin sentido en un mundo creado con aparente sentido, todo parece circular como agua de río en su curso hacia el mar.  
Pero de repente, todo se derrumba…una muerte inesperada, un accidente que destruye una familia, una separación que rompe el vínculo, una herencia que separa a los herederos…La vida  entonces se desmorona y todo carece de sentido, el sufrimiento llega y destruye porque se busca el entendimiento, no la aceptación de los hechos.
La vida es como es, no como queremos que sea, así sucede que todo lo que parecía SOLIDAMENTE ENCADENADO pero de repente se rompe una sola cadena que rompe la unión de todas…
Todo se desmorona y deja de parecer importante, aquello tan fuerte y sólido, ha dejado de serlo y ya nada tiene sentido..comienza entonces el sufrimiento, el desmorone del pensamiento y nos vemos frágiles , débiles, es cuando tenemos dos opciones, darnos cuenta de lo que es la vida y levantarnos después de caer o caer en la depresión profunda donde los “supuestos curanderos” pueden encadenarte al sufrimiento para la eternidad, ya que muchos seres humanos, viven del sufrimiento ajeno, construyendo grandes fortunas basadas en el sustento de seres débiles…así es este mundo, unos sufren y otros cobran por el sufrimiento de los que sufren una enfermedad eterna…lejos de encontrar su solución.
Por eso la clave para sobreponerse a este sufrimiento es HUMILDAD, entender que la vida no se entiende, se acepta.
Aunque creemos controlarlo todo, en realidad, no conocemos todo y parece que no se nos ha otorgado este permiso, conocer el sentido de lo que ocurre cada día en la vida de cualquier ser humano.
Desconocemos el destino de aquellos seres que creemos nuestros. Seres cercanos a nuestro corazón, como hijos, padres, hermanos... de repente se van a otra dimensión y no conocemos el motivo, sintiendo un desgarro en el Alma al tener que prescindir de ellos sin conocer el motivo de su desaparición, sin saber si estarán bien, sin que nos pidan permiso para arrebatarnoslos...en muchas ocasiones sin avisar...sin despedida, sin darnos el último abrazo y perdirnos perdón o decirnos que nos amamos...Por ello debemos aprender a convivir con esa única verdad que todos sabemos, “la vida es como es, no como queremos que sea”.
Aprender a ser felices aceptandola con todas sus penas y alegrías, aprendiendo a renunciar o no tener apegos, saber que no tenemos nada, vinimos desnudos y nos iremos desnudos, todos esos seres amados que existen en nuestra vida, se irán, sin perdir permiso, sin avisar, sin saber porque nos dejan, debemos aprender a dejarlos ir, porque creemos conocerlo todo y en realidad no sabemos nada...y puede que haya un gran motivo que de consuelo a nuestra ALMA.No tenemos el control de nuestras vidas ni muerte, ni de nuestros hijos, ni de nuestros padres, ni de nuestros seres queridos, somos ALMAS LIBRES, desnudas y sin ataduras de ningún tipo, aprenderlo, facilita todo.
Saber que la vida es como es y no como queremos que sea, nos aporta calma y paz, necesaria para continuar este viaje llamado VIDA.