Nos sumamos al HT #NoalaViolenciaContralaMujer
Este 25 de noviembre se celebra Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que trae sobre relieve un problema social presente en el día a día.
En 1994, en asamblea general, las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, y en 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países más, declarar el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La celebración de este día obedece a varias circunstancias, entre ellas que la violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos, además es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género. Asimismo, afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad. Y se maneja que La violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global, ya que hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra las mujeres como “todo acto de violencia basado en basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. (Resolución de la Asamblea General Resolución 48/104 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, 1993)
Sin embargo, este flagelo se puede evitar, “la prevención es posible y esencial”.
Una de las maneras más efectivas para prevenir y frenar este espiral violento, es la información. La promoción de valores desde el núcleo familiar es vital. Aunado a la divulgación información eficaz en todos los estratos, acerca de qué hacer y a dónde dirigirse en caso de ser víctima de violencia.
Aunque pareciera que en nuestra sociedad esta situación es algo “normal y hasta invisibilizada”, es necesario profundizar qué elementos deben despertar una alarma, una llamada de atención sobre la delicada línea que existe ante una transgresión tanto psicológica como física.
Puntos a considerar alrededor de este problema:
*Repercusiones en la salud emocional y física: una mujer agredida comienza a desmejorar sus condiciones de salud, presenta baja autoestima, depresión y poco interés sobre lo que sucede alrededor. Debilitamiento gradual de sus defensas físicas y psicológicas, que se traduce en un deterioro general de su salud.
*Disminución en su rendimiento intelectual, que afecta sus actividades laborales y/o educativas (como ausentismo y dificultad de concentración).
*El problema no sólo es de “mujeres”, es Familiar: detrás de una mujer maltratada, hay un grupo familiar carente de valores, contención y amor, y probablemente víctima también. Los niños y adolescentes que son víctimas o testigos de la violencia familiar, frecuentemente presentan trastornos en su rendimiento escolar y problemas de aprendizajes, se vuelven introvertidos y agresivos.
*Los mitos acerca del maltrato y sus estereotipos sociales: por ejemplo el machismo, la discriminación hacia la mujer en el campo laboral, la invisibilización de madres muy jóvenes, entre otros.
Como mujer y madre cómo puedo contribuir con esta lucha:
- En el ámbito familiar, se deben cultivar y enseñar valores.
- Mejorar la comunicación
- Promover en la familia actividades físicas que minimicen las situaciones de estrés
- Dar mayor énfasis a la educación
- Inculcar la autoestima a tus hijos y buenos tratos
- No esperar a que suceda algo más grave, en la primera oportunidad estar alertas, solicitar ayuda.
- En caso que se conozca de situaciones de violencia intrafamiliar o contra la mujer se deben acudir a los órganos regulares y legales en la materia.
- Si es necesario recurrir a servicios médicos y psicológicos especializados para manejar este tipo de situación.