

Os recomiendo que os acerquéis a verla. No es que sea muy grande pero los dibujos son preciosos.

La habitación ahí tan blanca, con las obras que se mimetizaban con las paredes y luego las cuatro pantallas con videos y una música que se suponía que era relajante y tranquila pero ya sabéis como es mi imaginación y la verdad que me pareció un poco siniestro (a lo mejor es porque estábamos solas mi amiga y yo) pero no sé, podría haber sido perfectamente una escena de película de terror psicológico…que al fin y al cabo el arte se crea para hacer en el espectador tenga algún tipo de reacción, sensación o sentimiento y la obra no estaba mal, porque realmente hablaba, en mi opinión de la claustrofobia y el agobio y creo que me lo trasmitió de una forma sutil, como el blanco de las paredes, que a la vez pueden ser tranquilizadoras y a la vez asfixiantes.

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Y para culminar la tarde, mi amiga y yo nos fuimos a tomar un batido al Jardín Secreto, que como es secreto hay que buscarlo y descubrir donde está. No hagáis trampas buscándolo en internet, os parecerá mágico si alguien os lo descubre una tarde de lluvia u os lo topáis sin haberlo planeado, os parecerá todavía más mágico de lo que es. Haced la prueba y ya me contáis.