Utilizando el título de una canción de Roberto Carlos, ese cantante brasileño que está siempre triste y sus canciones invitan cuando menos a tirarse por un puente (osea que solo voy a utilizar el titulo), voy a dedicarle la entrada de este lunes a mi amiga Laura. Fijaos que le sigo llamando amiga aunque haga mas de veinte años que no la veo. Es mi amiga de la infancia, de los veranos en mi aldea. Con la que pedaleaba sin cesar por aquellas callejuelas, con la que me bañaba en un río de agua helada y con la que veía los partidos de fútbol, entre locales y visitantes, que se organizaba, cada año, en el campo del pueblo. Con la que iba a las verbenas el día de la fiesta, creyéndonos super mayores cuando empezaron a dejarnos ir solas, y, en realidad, solo eramos unas mocosas de doce años. Una amistad inocente, de esas que, aunque pase el tiempo, recuerdas siempre. A medida que fuimos creciendo, y nos convertimos en unas impertinentes adolescentes (nada personal, es que ahora considero que todas las adolescentes son impertinentes) dejó de ser divertido pasarse el verano en la aldea, tanto ella como yo dejamos de ir allí, y, poco a poco, fuimos perdiendo el contacto. Hace unos meses, quizá un año ya, me reencontré con ella por el
facebook (bueno, por lo menos las redes sociales sirven para algo mas que para poner verde al vecino) y la tía sigue igual que siempre . . . hombre, con algún achaque de la edad, no la veía desde los 13 o 14 años y ahora tengo 37, pero practicamente igual, si me la hubiese encontrado por la calle, sin duda, la hubiese reconocido. Tenía un vago recuerdo de su hermano, no le ponía cara, pero recordaba que a mi me parecía muy guapo . . . he visto a su hermano, también en facebook . . . y él tampoco ha cambiado (jajajajja). Quiero dedicarle este post a mi amiga Laura porque ahora le toca luchar. Le toca luchar mas que nunca. A lo largo de los últimos años, ha ido librando las batallas de un torpe y cruel enemigo que se ha puesto en su camino, y, ahora, una vez mas, le toca pelear de nuevo. Así que Laurita, Laura, Lady Laura, no te rindas, ahora toca otra vez batallar, y, como dicen
Obama y "Los animales mecánicos" (me pregunto cual de los dos utilizó antes el eslogan) PODEMOS!!!!!!!!! Así que hoy, voy a hacer uso de mi humilde blog, para mandarte todo mi apoyo, toda mi fuerza y toda mi energía positiva, para que afrontes este nuevo reto con esa valentía que te caracteriza . . . Y como la primera energía del día que aportamos a nuestro cuerpo es en el desayuno, pues hoy te invito a desayunar unos croisants que se me ocurrió rellenarlos de chocolate que así el aporte energético es mayor(jijiji!!!)
Croissasnts rellenos de chocolate (o curasanes de toda la vida)
Ingredientes:
- Una plancha de hojaldre
- Mantequilla
- Chocolate
- Un huevo batido
- Azúcar
Untamos la plancha de hojaldre con mantequilla y la cortamos en triángulos. En la base del triángulo colocamos una o dos onzas de chocolate (dependiendo de lo golosa que sea la persona que los prepare) y vamos enroscando el triángulo desde la base al vértice. LO giramos un poquito por las puntas para darle forma de croissant, lo untamos con huevo batido para darle brillo y espolvoreamos con un poco de azúcar. Metemos en el horno precanlentado a 180º unos 15 o 20 minutos, hasta que el hojaldre haya subido y esté dorado. Dejamos enfriar en una rejilla.
croissants rellenos de chocolate