Los aficionados a la interminable saga de Star Trek habrán imaginado que el título de la película Larga vida y prosperidad hace referencia a la frase citada por el doctor Spock en alguna que otra ocasión. Y es que la protagonista de esta historia se lo sabe todo sobre esta saga galáctica, lo que de algún modo recuerda a la película de Rain Man, protagonizada por Tom Cruise, en la que Dustin Hoffman da vida a un autista de altas capacidades. En este caso Dakota Fanning, a la sombra de su hermana Ellen Fanning, dos buenas actrices por cierto, resurge de las cenizas, dando vida a una niña autista, luciéndose en cada uno de los planos del largometraje.
El director Ben Lewin, recordado por Las sesiones y por la película menos conocida, eso sí, El favor, el reloj y el gran pescado, ha sabido sacar el máximo producto a los actores. La película tiene un toque indie, por lo que es bastante dinámica, abriendo las posibilidades porque se juega tanto con el drama como con la comedia y, aunque la visión que se da de este trastorno es realista, no todas las personas con espectro autista son tan brillantes como las que aparecen en este tipo de películas y en ese punto patina. La excusa para contar esta historia es hablar del mundo de Star Trek, lo que hará las delicias de los trekkies por sus continuos guiños a las aventuras de sus personajes, sin que los que los nada aficionados, entre los que me incluyo, se puedan perder porque no es lo importante de la trama, sino un simple accesorio.
Me ha gustado por otra parte la interpretación de Alice Eve, en el papel de la hermana, pues expresa la preocupación de una persona que ha intentado cuidar de ella, pero a la que el día a día le supera, puesto que tiene que estar pendiente de su hija y su marido y, por otra parte, se siente responsable de la protección de su hermanita ante la falta de inteligencia emocional de la misma.
Cuando uno sale de la sala tiene la sensación de que ha disfrutado con una película, ya que intenta en parte coger el toro por los cuernos con optimismo como dando a entender que en el futuro todo puede cambiar y que no se puede perder la esperanza. Otro dato a tener en cuenta es una banda sonora alegre acorde con lo comentado en este último párrafo (publicado en Cope).