Las 10 de fotogramas en filmin: Especial Almodóvar

04 de Marzo del 2013 | etiquetas: Selección filmin Twittear

"Los Amantes Pasajeros" de Almodóvar ya esperan en la puerta de embarque. Despegarán rumbo salas españolas el próximo 8 de marzo previo paso a su ¿incendiario? aterrizaje en tierra de Obama el próximo 28 de junio. Y no, entre trayecto y trayecto, no hará escala en Cannes, y no precisamente por culpa de su tripulación non-grata. Su destino real no es otro que México D.F....otra cosa es que tomen tierra. ¿El problema? hay peligro de avería ¿solución? confesarse, y a lo loco, para huir de la angustia. Tras publicar su tráiler definitivo, sus dos pósters oficiales, un adelanto de su banda sonora original compuesta por Alberto Iglesias o invitaros a participar en el flashmob, llegan los 10 Almodóvar favoritos de Fotogramas en filmin. Abróchense los cinturones, turbulencias a la vista.

Esta semana Pedro Almodóvar estrena su 19º largometraje, ‘Los amantes pasajeros’, en lo que parece ser un regreso indiscutible al tono despendolado de sus primeras comedias. La ocasión es idónea para repasar la filmografía del cineasta de Calzada de Calatrava, y observar la evolución de su obra, desde el amateurismo punk de ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’ hasta ese melodrama de madurez que es ‘Los abrazos rotos’.

Nuestros amigos de FOTOGRAMAS eligen diez de sus películas, que podéis ver en Filmin, ya sea alquilándolas por separado o adquiriendo una subscripción Premium, que os permite disfrutar de más de 4.300 títulos. Estos son los diez títulos de su selección, junto al texto en el que cada uno de los redactores de la revista explica las razones que han motivado su preferencia.

¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1986)

por Toni Ulled Nadal

Neorrealismo con carencia de melodrama y sobredosis de humor negro. Carmen Maura pasa de ser la Sor Pérdida de ‘Entre Tinieblas’, a ser una de las monjas de clausura mas desdichadas que recuerdo. Con su cocina como capilla. Una monja con bata y fregona, dos hijos marginales y un machista marido sinvergüenza. Una monja que no vive en un claustro, sino en un claustrofóbico piso, en el que también habita su suegra,  y que tiene como vecina a una puta honrada y súper buena tía. Hay un jamón y hay un lagarto. Hay gotas de sangre y un sentido de la tragedia que la primera vez que vi la película (temprana adolescencia) me colapsó por completo. No entendía porque estaba tan angustiado si me había reído tanto. Hoy creo que sí lo entiendo, pero me sigue pasando lo mismo. Por cierto, imprescindible ver al director Gonzalo Suárez, nuestro Fotogramas de Plata Especial homenaje, en su papel mas importante como actor.

Carne Trémula (1997)

por Philipp Engel

En un país donde tanto las películas como la persona de Almodóvar suscitan tantas pasiones encontradas, sólo diré que su cine me parece bien, ya que no conozco a la persona y apenas presto atención al personaje. Tal vez no haya que odiarle o adorarle, sino verlo como uno más en el amplio panorama mundial. En este marco, ‘Carne trémula’ funciona como un efectivo culebrón seriocómico que recicla sus tics. Un melodrama esperpéntico que arranca a golpe de Fast forward y que se desarrolla dentro de lo previsible, pero con grandes momentos marca de la casa, como el parto de Penélope (¡asistido por Pilar Bardem!) o la voz rasposa de Chavela Vargas. De Ruth Rendell, autora que acababa de inspirar un film muy distinto (‘La Ceremonia’), no parece quedar gran cosa, pero qué importa si tenemos a Peeedro.

Todo Sobre mi Madre (1999)

por Gabri Calzado

Pedro Almodóvar emprende un viaje de ida y vuelta a Barcelona para homenajear a la figura de la madre, de la mujer sufridora, luchadora y superviviente, que se basa en otra fémina para equilibrar su desdichada vida. Pedro conquistó todas las taquillas mundiales con esta cruda historia sobre la maternidad rota y desgarrada que sirve de epicentro del Universo Almodovariano más conocido. Transexuales, prostitutas y enfermos, hicieron que ésta película se convirtiera en la primera producción española en ganar Óscar, Globo de Oro, Bafta y Goya.

Hable con Ella (2002)

por Àlex Montoya

“De la muerte emerge la vida”, dice el personaje de Geraldine Chaplin en ‘Hable con ella’. Y de una interpretación callada, inmóvil, hermética, puede surgir la magia, la luz. Leonor Watling se la jugaba, expresando mil estados de ánimo sin mover un párpado, un hipnótico tour de force al servicio de una de las más extremas historias de amor vistas en una gran pantalla: la de un enfermero y la mujer en coma a la que cuida. La tragedia de un hombre ridículo cuya vida solo cobra sentido en una habitación de hospital. Sentimientos al límite, pisando (si no cruzando) la línea, con una violación a modo de beso principesco, y un complejo tejido de historias paralelas. Nunca, ni gritando el “¡No a la guerra!”, Almodóvar flirteó tanto con la controversia.

Los Abrazos Rotos (2009)

por Álex Gil.

En ‘Los abrazos rotos’, Almodóvar quiso darlo todo. Formalmente, el drama se impone y la película dentro de la película nos remite a la comedia. Argumentalmente, el vértigo del deseo es el eje de la trama, muy bien sostenida por el magnífico trabajo interpretativo del triángulo compuesto por Lluís Homar, Penélope Cruz y José Luis Gómez (grandísimo actor al que es difícil disfrutar en el cine). La desesperación en la que vive sumido el director de cine que se quedó ciego (Homar) es tan sólo uno de los niveles de la estructura de un rompecabezas narrativo donde se dan cita multitud de autorreferencias y referentes externos (de Rossellini a Powell). Dejó una de las escenas memorables de Almodóvar: la de Lena (Cruz) doblándose a sí misma (y confesándose) en el comedor de Ernesto (Gómez).

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980)

por Gerard A. Cassadó

“Sigo soñando con hacer una película como ‘Pepi, Luci, Bom…’, donde lo mejor sea el argumento, sin pretensiones y descarado”, le confesó Almodóvar a Fotogramas en la entrevista exclusiva que publicamos en el último número de la revista. Pero no hay que llevarse a engaño, pues tras la retahíla de violaciones, “murcianas marranas”, “erecciones generales” y demás perversiones, ya se vislumbraba en su opera prima a un escritor muy consciente, capaz de articular una trama muy punk adaptando el clásico arquetipo de los amantes (aquello de que los polos opuestos se atraen), el imaginario del triángulo (no es posible el equilibrio duradero en una relación a tres), y el concepto freudiano del masoquismo femenino. Y sí, esta también es la peli en la que Alaska orina sobre la olvidada Eva Siva.

Entre Tinieblas (1983)

por Pere Vall

Las historias de monjas en el cine siempre te dejan con una incógnita: qué pasa cuando no rezan, no aran el campo, no entregan su vida a los más necesitados… Pedro Almodóvar nos lo contaba, con canciones, un tigre, Mary Carrillo, drogas, lesbianismo y esa libertad y ganas de ampliar horizontes argumentales de sus principios. Seguramente sea la peli suya con más personajes femeninos, pero yo me quedo, sobre todo, con Sor Rata de Callejón (maravillosa Chus Lampreave) y Sor Pérdida (Carmen Maura… en estado de gracia). Pese al título, una película llena de luz, mensajes positivos, libertad, libertinaje y buen rollo. Uno acaba de verla y piensa: “¿Y si me hago monje?”.

 

La Ley del Deseo (1987)

por Paula Ponga

La secuencia en que Carmen Maura se deja golpear por el potente chorro de la manguera de un empleado municipal, en una calurosa noche de agosto madrileña, condensa todas las sensaciones físicas, toda la pasión incontrolada de este melodrama con elementos de thriller y audaz sexo gay que le valió a la Maura, y por primera vez a una mujer, el Premio Nacional de Cinematografía. Su transexual Tina, la hermana del exitoso director de cine homosexual (Poncela) no correspondido en su deseo (hacia Micky Molina) y acosado (por un estupendo Banderas), es un monumento a la generosidad por parte de una actriz. La historia está en los otros, pero sus contoneos, su chispa, sus altibajos temperamentales y su candor se adueñan de la pantalla. Ella es la auténtica alegoría del deseo.

 

Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)

por Roger Salvans

Y Almodóvar se hizo universal. Porque autor ya lo era, desde sus inicios, pero con esta comedia –el mejor género para hablar de algo tan serio como la soledad, el desamor, el engaño, las ilusiones truncadas– se descubrió como el cineasta de mirada sutil, de imaginario arrolladoramente colorido y uno de los grandes directores de actrices del cine. Porque los suyos son films de mujeres y, en esta película, reina una Carmen Maura superlativa, irrepetible, indestructible –Ay la Pepa cómo es–. ¿La mejor manera de disfrutarla? Con un gazpacho –¡qué rico!– a mano y basta, para qué extenderse más en hablar de testigas de Jehová si ya está todo dicho.

Volver (2006)

por Sergi Rodríguez

Dedicaría una sesión con mi psicoanalista (en caso de tenerlo) para esclarecer lo que me ocurre con Almodóvar: no siendo ni de lejos uno de mis directores favoritos, suelo tardar menos de una semana en ir a ver sus films desde que se estrenan. Ignoro qué diría mi (de momento) inexistente psicoanalista de saber que, de toda su obra, escojo ‘Volver’: será por Penélope y su (falso) culazo, será por ese (doblado) momento musical, será por la (breve) intensidad de Antonio de la Torre, será por los (pintorescos) personajes femeninos, será por la (momentánea) recuperación de Carmen Maura… O tal vez será porque ‘Volver’ es de las películas más frescas y menos cargadas “de Almodóvar” de Almodóvar. Lo consultaré con mi psicoanalista. Algún día.