Hace unas semanas os presentábamos algunas de las figuras retóricas o literarias más importantes con el fin de que podáis comprender mejor las poesías y novelas que leáis, y hoy os traemos la última entrega, con las últimas diez figuras. Podéis encontrar las tres entregas anteriores aquí , aquí y aquí .
- Polisíndeton. Consiste en la utilización excesiva de nexos y conjunciones dentro de una oración. Sería, por ejemplo, “Y sueña. Y ama. Y vibra. Y es hija del sol”.
- Quiasmo. Se produce cuando intercambiamos en una o varias oraciones dos ideas paralelas pero opuestas. Por ejemplo, “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.
- Reticencia. Tenemos esta figura retórica cuando dejamos una oración incompleta, sin acabar de transmitir el mensaje por completo, acabándola por medio de puntos suspensivos. Lo vemos, por ejemplo, en una oración que decimos muy a menudo: “si yo te contara…”.
- Símil (o comparación). Se da cuando comparamos un término real con otro imaginario, como por ejemplo “tus cabellos son dorados como el oro”.
- Sinalefa. La sinalefa consiste en enlazar dos sílabas para crear una sola. Se utiliza mucho en poesía para conseguir versos de una cantidad de sílabas determinada. La encontraríamos, por ejemplo, en el verso de Garcilaso de la Vega “Los cabellos que al oro oscurecían”.
- Sinécdoque. Se produce cuando expresamos una parte de un objeto por el todo, o el todo por una parte. Por ejemplo, cuando decimos que alguien tiene 20 primaveras, nos referimos a que tiene 20 años completos, no sólo los meses de primavera.
- Sinéresis. Tenemos una sinéresis cuando deshacemos un hiato para crear un diptongo artificial entre dos vocales, para reducir la extensión de un verso en una sílaba.
- Sinestesia. Consiste en mezclar sensaciones de órganos sensoriales distintos, como por ejemplo cuando decimos “oyen los ojos, miran los oídos”.
- Sinonimia. La utilizamos cuando queremos describir con mucha exactitud alguna cosa, utilizando una acumulación de sinónimos. Por ejemplo, “me siento, me arrellano y me repantigo”.
- Sístole. Se produce cuando adelantamos la sílaba tónica de una palabra a la sílaba anterior, como por ejemplo pasaría si dijéramos inmórtal en lugar de inmortal.