Las aventuras y desventuras musicales de Galavant

Seamos sinceros, cada vez somos más exigentes con las series de televisión y eso hace que las cadenas intenten ser más y más originales. Unas veces consiguen triunfar y otras, bueno, digamos simplemente que es mejor no encariñarnos demasiado pronto con los estrenos. Pero quedémonos con la parte triunfal, o por lo menos eso espero en este caso, porque con Galavant me parece que ABC ha dado en el clavo. 
La serie nos cuenta la historia de Galavant, un caballero medieval que ve cómo su amada Madalena es raptada por el malvado Rey Richard. En un rápida introducción nos muestran cómo el valeroso caballero se dirige raudo y veloz al rescate de su damisela. Sin embargo, al llegar en el preciso momento de la boda de Madalena y Richard, sucede lo inesperado. Madalena se lo ha pensado mejor y oye, que mejor se queda con la vida fácil de lujo y riquezas, que el amor no da de comer.

¿Por qué hablar cuando podemos cantar?

Si esta vuelta de tuerca a las típicas historias de caballeros no os parece lo suficientemente atractiva, esperad a saber cómo lo cuentan: ¡cantando! Así es, Galavant tiene el honor de ser la primera serie/comedia/musical de caballería. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Tranquilos que aunque parezca malo no lo es. Las canciones no son un mero relleno, ni tampoco se pasan todo el capítulo cantando (aunque sí la mayor parte de él). A través de las líricas compuestas por el genial Alan Menken (ya sabéis; La Sirenita, Aladdin, La Bella y la Bestia...) vamos conociendo detalles de la historia y echándonos unas risas. Y es que cuando las conversaciones son cantadas pueden darse situaciones bastante absurdas.
Canciones graciosas, humor absurdo, la historia de siempre contada de otra manera, personajes ridículos... A mí me ha recordado mucho a la película de Los caballeros de la mesa cuadrada de los Monty Python, lo cual dice mucho sobre el estilo de humor que nos muestra.

Espera un momento, ¿en qué serie decías que estábamos?

Lo único malo que le puedo echar en cara a la serie es su duración. Tan sólo 8 capítulos de apenas veinte minutos de duración que os aseguro se os pasarán más rápido de lo esperado. ¡Para una vez que hacen una comedia decente podrían alargarla más! Y para colmo los ponen de dos en dos, o lo que es lo mismo, que antes de que acabe el mes ya la tenemos finiquitada.
Podría estar escribiendo líneas y líneas alabando la serie, y eso con sólo los 2 primeros capítulos, pero para ello estaría soltando spoilers sin parar y no es cuestión. Así que ya sabéis, si no la habéis visto aún no esperéis ni un minuto más. Ya me lo agradeceréis cuando disfrutéis del mejor combate que se ha vivido jamás en una justa.