Revista Cultura y Ocio
Fiel a su cita anual me han vuelto a visitar un ejército de virus en forma de constipado pertinaz que ha mermado, está mermando mi plenitud física durante unos días. Los síntomas son los mismos de siempre si bien su orden varía, esta vez la tos seca ha sido la primera evidencia de lo que se avecinaba para dar paso al goteo nasal de algo que en el futuro, aún no he pasado esa fase, se convertirá en fluidos nasales de consistencia viscosa y tonalidad verdeasquerosa, vamos, los mocos de toda la vida.
De momento lo peor, en cuanto a síntomas ya ha pasado y más considerando que de nuevo la fiebre ni las molestias gástricas no han acompañado al proceso gripal.
Vamos, más cuento que otra cosa!!!
Y el caso es que en los momentos que estás chafado lo único que te apetece es perpetrarte entre las sábanas y que éstas tapen la totalidad de tu organismo. Ni leer, ni escuchar música, ni pensar. sólo quieres dormir y que pasen las horas para que el resfriado siga su curso lo más rápidamente posible.
Como mucho la tele de fondo, acompañando para que el sueño te venga a visitar prontito. El canal es casi lo mismo, ni ganas tienes de cambiar de cadena ni hacer zapping buscando la mejor oferta televisiva ni la que se adapte a tus necesidades. Y sin dan anuncios, que los den, no tengo el cuerpo ni para evitarlos como haría normalmente.
Y en este punto es donde me apetece incidir y recapacitar al respecto. Y es que durante el espacio temporal mencionado no he cesado de advertir anuncios publicitando medicinas que curen, alivien los síntomas, o lo que sea de la gripe, constipados, catarros y demás. Y en muchas ocasiones han sido uno detrás de otro.
Mucha casualidad me parece a mí, jeje
Y por qué no pasaba esto durante las navidades, después de año nuevo o previo a Reyes. En esas fechas, está claro, interesaba vender más colonia, cava, juguetes...
Por lo cual sostengo como tesis irrefutable que los virus han sido lanzados por las cadenas televisivas para continuar amortizando a buen precio sus espacios publicitarios huérfanos de los productos estrellas navideños y en plena cuesta de enero que no presenta mayor aliciente, al margen de las rebajas, que las medicinas anticatarrales, antigripales y demás.
Por qué no ha habido la recurrente pasa gripal en diciembre?
Obviamente porque la sociedad consumista tenía otros productos que les interesaba colocar antes que los medicamentos mencionados, a los cuales siempre se les puede buscar un rinconcito en el tiempo cuando más interese, como es el caso.
Sí ya sé que es una reflexión/basura pero visto el nivel de seriedad y rigor informativo que nos rodea no creo que desentone mucho (salvando contadas excepciones). Pero bueno, ése ya es otro debate.