Frank reflexiona acerca de su padre en estos dos maravillosos párrafos: Es como la santísima Trinidad, que tiene tres personas diferentes: el de la mañana con el periódico, el de la noche con los cuentos y las oraciones, y el que hace la cosa mala y llega a casa oliendo a whisky y quiere que muramos por Irlanda. Sí, pero yo no puedo apartarme de él, porque el de la mañana es mi padre de verdad, y si estuviésemos en América yo podría decirle te quiero papá como dicen en las películas, pero eso no lo puedes decir en Limerick porque se pueden reír de ti…

