Revista Cine
Año: 2013.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 96 minutos.
Dirección: Simon Barrett, Adam Wingard, Eduardo Sánchez, Gregg Hale, Gareth Huw Evans, Timo Tjahjanto, Jason Eisener.
Intérpretes: Lawrence Michael Levine, Kelsy Abbott, Adam Wingard, Hannah Hughes, Jay Saunders.
"En busca de un estudiante perdido, dos investigadores privados se cuelan en una casa abandonada, que contiene una colección de misteriosos cassettes VHS. Al observar el horripilante material que contiene cada casete, los investigadores se dan cuenta que podría haber terribles motivos detrás de la desaparición de dicha estudiante."
Luego de ver V/H/S, tuve muchos sentimientos encontrados.
Tenía muchas buenas cosas, que se veían opacadas por otras. Era muy larga, no todos los cortos tenían un efecto demoledor, y los que sí los tenían se veían aplastados por la idiotez de los otros. Detrás del interesante concepto de los creadores había mucho recorte y pulimiento por delante, y es hoy que, un año después de la primera colección de cassettes en VHS tenemos la secuela, titulada sobriamente V/H/S/2, que pueda descansar tranquila porque es un gran augurio para la posiblemente longeva saga que se nos presenta entre manos.
La gran noticia es, por supuesto, que V/H/S/2 mejora en casi todos los aspectos en los que la anterior fallaba. Las historias son más interesantes y se nota un genuino interés por encontrar una vuelta de tuerca al porqué de la filmación en cada uno de los episodios de la antología. Aunque la excusa siga siendo vaga y redundante, es de buen ver que cada director o grupo de directores haya podido darle un sentido propio a su segmento y de ahí lograr llevar su pequeña historia adelante. Lo segundo mejor es que los creadores del fenómeno se dieron cuenta de lo que no había funcionado anteriormente, escucharon a los detractores, y para la segunda vuelta solidificaron los pilares de la antología, creando un sentido de consistencia mucho más sólido, con resultados a la vista.
Con una menor duración - de 112 minutos en la primera a 96 en esta segunda -, el recorte de cinco partes más un arco unificador a cuatro partes mas consistentes entre si, y un ritmo acelerado mucho mejor trabajado, V/H/S/2 logra lo que su predecesora a duras penas pudo: entretener. Durante la hora y media de duración, las diferentes desventuras de los protagonistas son un festín adrenalínico de sangre, vísceras y locuras varias, siendo la más floja el hilo conductor con dos investigadores privados buscando a un adolescente extraviado, y la mejor, un grupo de periodistas infiltrados en las entrañas de un culto en donde nada, repito NADA, es lo que parece.
Desmenuzando un poco más las diferentes propuestas, el primer corto lidia con fantasmas y apariciones. Sustos imprevistos y la idea de un ojo biónico - muy a la asiática como en The Eye - ponen al espectador en ritmo para lo que se viene. El segundo viene de la mano de los queridos zombies y la idea de presenciar un apocalipsis zombie desde otro punto de vista. Eduardo Sanchez y Gregg Hale, los responsables detrás del fenómeno The Blair Witch Project, tienen una divertida idea que podría haber sido llevada un poco más lejos, pero se queda en un lugar seguro y arremete desde allí. El golpe de estado lo pegan Timo Tjahjanto y Gareth Huw Evans con su macabro cuento sobre una entrevista al líder de un culto espiritual en la que el ambiente comienza a enrarecerse con cada minuto que pasa y cuando todo sale mal, la locura se presta como un camino de ida. Evans se tomó un pequeño descanso entre su gloriosa The Raid: Redemption y su secuela, y nos regala este corto que puede considerarse lo mejor del año en materia de horror. La antología se cierra con un cuento de aliens y pequeños, combinación infalible que se cuece Jason Eisener y tiene un aire a crónica marciana de los años '90 que logra asustar y divertir a partes iguales.
V/H/S/2 reivindica a las antologías de terror, y no recae en el pesado estigma de las found footage, que no la están pasando bien en los últimos meses. Muchos no le darán una oportunidad ya que se vieron decepcionados en el pasado, pero el equipo detrás de la secuela supo escuchar y aprender, y creó una pequeña joyita muy disfrutable en cines.
Calificación: B+