Revista Cultura y Ocio

Las Curvas De Esa Chica – Mecano

Publicado el 18 noviembre 2019 por Srhelvetica

Mucho de sonrojo (y algo de regocijo, lo admito) el experimentado estos días a raíz de la pequeña polémica originada en torno a “Stop Puritanismo“, la última canción publicada por los españoles Def Con Dos. NO fui capaz de terminar de escuchar la pista, lo reconozco, así de lejos estoy del rap-metal para malotes que practica este grupo ya veterano (creo que la primera vez que un menda les escuchó fue en 1993, con aquello de “Acción Mutante“) y por lo que se ve incombustible, pero la cosa no deja de hacerme mucha gracia: año 2019, querer ir de Rage Against The Machine, y acabar marcándote un Mecano.

Parece que el jaleo se ha montado porque el tema en cuestión es -en teoría- un alegato festivo en contra de la mojagitería y a favor de la deshibinición sexual, fuera de los corsés impuestos por el puritanismo de la sociedad conservadora, bla bla,bla; algo que a priori debería de contar -al menos- con el aplauso de su parroquia, pero les ha salido el tiro por la culata. Lo que pretendía convertirse en una soflama a favor de la libertad sexual acaba convertido en un himno a favor del baboseo más rancio y machista; lo que debería escandalizar a las familias de bien contra las que dirigen sus dardos acaba provocando vergüencita ajena incluso entre la izquierda más recalcitrante. Y no me refiero a ese catástrofico verso inicial ( “Nadie nos busca, nadie nos llama, nadie nos quiere llevar a la cama“), me refiero a lo chirriantes que suenan cosas como  “la nueva tendencia que genera espanto, es que antes del sexo se firme un contrato” en estos tiempos en los que, por fin (parecía que) los hombres empezábamos a entender lo del “no es no”.

Lo de Mecano no era una metáfora, lo decía en sentido literal. Para himnos al baboseo ya teníamos “Las Curvas De Esa Chica“, una canción escrita por Nacho Cano y contenida en el famoso “Entre El Cielo Y El Suelo“, el cuarto disco que publicó el trío madrileño en 1986. Y con Mecano, ya se sabe: como artífices de pop exitoso no tenían rival; como letristas, mucho me temo que tampoco.

Voy hacia la pista de baile
qué situación, qué situación
no tienes un cigarro
me puedes decir la hora…
¿vienes a la discoteca sola?
Me vienen pensamientos extraños
qué sensación, qué sensación
no quieres que bailemos un ratito juntitos
y verás como sube el calorcito

Ay Dios mío. Mira que me gusta el riff de guitarra con que se abre la pista, mira que me parece que con esta pista Mecano consiguió un sonido excitante y distinto al habitual, pero es escucharla y acordarme de un tipo llamado G, camarero de profesión, con el que coincidí en mis años mozos en mi primer trabajo sirviendo mesas en un restaurante en Granada. Era exactamente el tipo de la canción, la clase de tío denteroso capaz de acercarse -cubata en mano- a una chica que está aparentemente sola con frases como esas, buscando, como concluye la canción de Mecano, “la solución / para ver cómo me la llevo a la habitación“. Puede que sea verdad que se nos está quedando la piel muy fina, pero al ponerle esta canción a mis hijos en el coche me suena todo tan machito garrulo, que me da hasta cosa pensar que en sus años nadie se hiciera preguntas al respecto. Algo hemos aprendido, supongo, si hoy en día somos capaces aunque sea de detectar la cosificación de la mujer en las canciones pop con las que nos entretenemos. Asi que la cagasteis doblemente, Def Con Dos: tenéis todo el derecho del mundo a retrataros como auténticos australopithecus, pero al menos la canción de Mecano era chula.

Publicado en: Greatest HitsEtiquetado: 1986, BMG, Entre El Cielo Y El Suelo, Mecano, PopEnlace permanenteDeja un comentario

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