Revista Religión

Las distintas escuelas del budismo (6) El Ch'an

Por Tiburciosamsa

Los orígenes del ch’an están tan rodeados de leyenda que sobre sus inicios se han escrito las teorías más disparatadas. Puestos a disparatar, voy a ofrecer yo también mi propia teoría.
Pienso que Bodhidharma, el patriarca que la tradición dice que fundó en ch’an en el siglo VI, existió realmente. Debió de ser un maestro de meditación de la India o del Asia Central. Su enseñanza comportaba dos elementos: una práctica continuada y estricta de la meditación y el estudio del “Lankavatara Sutra”. En esto segundo, seguiría la práctica que ya hemos visto que se hizo habitual en China entre las distintas escuelas, que era la de centrarse en el estudio de un sutra. 
El momento clave del Ch’an, aquél en el que adquirió su carácter específico, se produjo a finales del siglo VII. La leyenda cuenta que el quinto patriarca del Ch’an, Hongren, iba a escoger a su sucesor. Hongren propuso que los monjes le sometiesen un poema que mostrase su comprensión del Dharma. Los monjes daban por descontado que el más sabio de entre ellos, el heredero, sería Shen-hsiu, así que ninguno quiso presentar un poema. Para no ser tachado de arrogante, Shen-hsiu escribió su verso de forma anónima en una de las paredes del monasterio:
El cuerpo es el árbol bodhi.La mente es como un espejo brillante.A todas horas debemos pulirlaNo debemos dejar que el polvo se acumule.”
Los monjes adivinaron que el poema debía de pertenecer a Shen-hsiu y lo alabaron sin medida como muestra de una mente iluminada. Sin embargo, Hongren sabía que Shen-hsiu estaba lejos de la meta. Hui-neng que era un sirviente analfabeto del monasterio se enteró de la prueba y del verso que había sido escrito. Él también entendió que el autor del poema no estaba iluminado y pidió a alguien que escribiera el siguiente poema al lado del anterior:
Originalmente no hay árbol bodhi.No hay espejo.En realidad no hay nada.¿Dónde podría acumularse el polvo?”
Otra versión de este poema es:
Originalmente no hay árbol bodhi.No hay espejo.La naturaleza búdica siempre es limpia y pura.¿Dónde podría acumularse el polvo?"
Apenas hubo leído el segundo poema, Hongren supo que Hui-neng había comprendido. Sabiendo que los demás monjes no aceptarían que transmitiese el linaje a un simple sirviente, realizó la transmisión en secreto y le urgió a que abandonase el monasterio por su propia seguridad. Así se produjo la escisión entre la Escuela del Norte (la de Shen-hsiu) y la del Sur (la de Hui-neng).
La historia es tan bonita que casi con toda seguridad es falsa. Parece que la historia empezó a circular hacia mediados del siglo VIII, varias décadas después de la escisión. Es posible que uno de sus propagadores fuera Shen-hui, un monje que dedicó su vida a darle caña a la Escuela del Norte. Dado que a la larga la Escuela del Norte terminó por extinguirse, la historia vendría a demostrar la superioridad de Hui-neng y, por ende, de su linaje. 
Por lo que sabemos, Shen-hsiu, el patriarca de la Escuela del Norte, enseñaba el “Lankavatara Sutra”, recomendaba la meditación y pedía a sus estudiantes que colocasen la mente iluminada en el centro de su ser y de todas sus actividades, para lo cual daba a todas las actividades un contenido metafórico que las ponía en conexión con el Dharma. En contraposición, Hui-neng enseñaba que la iluminación puede conseguirse en un instante y ponía el énfasis en el carácter puro y libre de apegos de la mente. Sus sucesores también cambiaron el texto base. En lugar del filosóficamente complicado “Lankavatara Sutra”, escogieron el “Sutra del Diamante”, mucho más breve y metafórico.
Mi impresión es que lo que subyace a la escisión entre la Escuela del Norte y la del Sur es una diferencia de criterio entre aquellos discípulos que se mantuvieron más fieles a las enseñanzas de Bodhidharma y aquéllos que optaron por sinizarlas. El ch’an de la Escuela del Sur insistirá en la espontaneidad y la naturalidad, el carácter súbito de la iluminación y el anti-intelectualismo, y todo él adquirirá un cierto tufillo taoísta. 
La Escuela del Norte se extinguió en la segunda mitad del siglo IX. Hay quien afirma que las críticas de Shen-hui le hicieron mucha pupa o que sus tesis gradualistas resultaban menos atractivas para los chinos que las subitistas de la Escuela del Sur. Lo más probable es que la Escuela del Norte desapareciera por meras causas socio-políticas. Había tenido gran éxito en la corte y entre las élites urbanas. Cuando la corte le retiró el favor y se produjeron las persecuciones antibudistas del emperador Wu-tsong, la Escuela se vino abajo. La Escuela del Sur, en cambio, se había difundido en el mundo rural y se había popularizado entre sectores más amplio. Gracias a ello pudo sobrevivir. 
Al siglo X llegaron con vitalidad únicamente dos escuelas de ch’an, ambas procedentes de la Escuela del Sur: la escuela de Nanyue Huiarang y la de Qingyuan Xingsi. Estas dos escuelas dieron origen a cinco escuelas diferentes que fueron conocidas como “las Cinco Casas”: Guijang y Linchi, procedentes de la primera, y Ts`aotong, Yunmen y Fayan, de la segunda. Más tarde la escuela de Linchi dio origen a las escuelas Yangqi y Huanglong, que fueron conocidas durante la era Song (960-1279) como “las Siete Escuelas” del ch’an.
Eventualmente la escuela de Linchi acabó absorbiendo a todas las demás escuelas, salvo la de Ts'aotong. Linchi fue un maestro iconoclasta, que utilizaba métodos heterodoxos, tales como gritos y bofetadas, para hacer que sus estudiantes alcanzasen la iluminación. La evolución de sus métodos llevaría eventualmente al surgimiento del kung-an (ko’an en japonés), la adivinanza espiritual, que tanto caracterizó a esta escuela. La escuela Ts`aotong nunca fue tan popular como la de Linchi y de hecho estuvo a punto de desaparecer a comienzos del siglo XI. Lo que más le caracterizaba era su insistencia en la meditación sedente. 
Con la época Song finalizan los grandes maestros del ch’an chino. Las escuelas Linchi y Ts'aotong se vieron afectadas por el mismo sincretismo que afectó a todo el budismo chino. Tras la época Song, lo más interesante en el budismo del Extremo Oriente ocurrió en Japón.

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