Las ¿efímeras? confesiones de un politoxicómano de época

10 de Diciembre del 2012 | etiquetas: Cine de Época, Novela, Drogas, Tráilers Twittear

Cinco días fueron los que aguantó en una clínica de desintoxicación, únicamente tres en un monasterio budista tailandés, y únicamente uno su puesta de largo como actor. En total, ocho, muchos menos que los días que el cantante de The Libertines ha debido de pasar entre rejas por sus contínuos affaires con las drogas. Politoxicómano por vocación y músico de profesión, el ex de Kate Moss se estrenaba en el último Festival de Cannes acompañado por Charlotte Gainsbourg (y posiblemente, su ración diaria de crack y heroína). Hablamos de Pete Doherty y de su debut en el celuloide. 

Así es, el díscolo enfant terrible dejaba el micrófono y la guitarra para protagonizar "Confession Of A Child Of The Century", un drama de época dirigido por la belga Sylvie Verheyde, nombre que quizá no os suene pero que aporta un valor añadido al proyecto por tratarse de la responsable de la entrañable "Stella". Pues bien, tras pisar la alfombra roja de La Croisette pero borrar huella antes de la cuenta tras el linchamiento sufrido a manos de la crítica, "Confession Of A Child Of The Century" se presentaba así, este fin de semana en taquilla británica.

C

Su sinopsis oficial y un interesante clip de su making of.

Las guerras napoleónicas han llegado a su fin. Octave es joven y atractivo, y ama a Elise. Al menos hasta que es testigo de su infidelidad. La desesperación lo conduce a la decadencia. Influenciado por su amigo Desgenais, Octave se convierte en el perfecto libertino, aunque esta nueva vida no puede calmar su deseo romántico de abrazar lo absoluto. La muerte de su padre le lleva al campo, donde conoce a Brigitte Pierson, una viuda, diez años mayor que él, dedicada en cuerpo y alma a aliviar la miseria de los más necesitados. Ahora, ha encontrado un nuevo amor. Al principio, Brigitte se resiste, ya que no está dispuesta a revivir las torturas de la pasión. Finalmente, surge el amor pero, una vez más, Octave se ve abrumado por la sospecha y la desconfianza que destila su propia época. En un mundo donde nadie cree en nada, ¿podría Octave encontrar en su amor por Brigitte la fuerza para apostar por el futuro?