Las estrellas: La clave del Universo

Las estrellas mueren, pero su luz continúa viajando por el Universo para siempre.

Estábamos viendo el otro día mi compañera y yo un capítulo del documental “Evolución” sobre Darwin, cuando me comentó que se extrañaba y no acababa de ver el mérito de ese científico que había descubierto algo “tan elemental”. En otras palabras, no hallaba mérito alguno en haber “descubierto” una realidad tan básica de nuestro mundo. Era tan evidente… Le comenté que eso “a toro pasado” es muy fácil de decir, pero que tiene un mérito inmenso. De hecho aun hoy en día hay sectores religiosos que no reconocen esa “evidencia” corroborada entre otras cosas por los fósiles; son los llamados “Creacionistas”. Convine con ella en que lo realmente curioso del caso es que no se hubiera llegado a esa conclusión antes. Que esto ocurriera hace sólo 150 años, son muy pocos para ese descubrimiento. Debería haberse hecho mucho tiempo antes.
¿Y porqué ha pasado así? -Me preguntaba ella. Después de reflexionar un poco le comenté que quizás haya sido por “culpa” del cristal a través del cual se nos hace ver por la cultura de una época en un lugar determinado. Hay poderes que desde su posicionamiento, por conveniencias propias, por intereses, a los que les preocupa que las cosas cambien y que no quieren que otros vayan más allá y hagan peligrar su posicionamiento privilegiado. A ciertos poderes políticos y religiosos sólo les interesa que la gente continúe sin “saber demasiado”. Si ese conocimiento se popularizara peligraría su estatus, su montaje, y su mundo se vendría abajo. Tienen miedo. De hecho habrás podido observar que el conocimiento (esoterismo, ocultismo), siempre se ha dado a determinadas élites comprometidas con ciertos grupos de poder; desde los sacerdotes de la antigüedad a los teólogos actuales, pasando por la élite cortesana, hasta llegar a los grupos empresariales multinacionales de hoy en día o grandes lobbies que manejan información privilegiada.

Creacionismo

La Edad Media en occidente ha sido una muestra evidente de ello. La razón de la fuerza se imponía sobre la fuerza de la razón. Había que impedir a toda costa que surgiera la lógica. El pensamiento crítico era acallado violentamente de cuajo.    Una de las cosas “evidentes” que nos está costando asimilar es el Mecanismo Universal. Hemos ido del teocentrismo al homocentrismo, pasando por el geocentrismo y las civilizaciones “universales”. Nuestra propia forma de pensar inducida por la época ha llevado a los científicos a ver “distintas estrellas” poniéndoles otros tantos nombres cuando en realidad eran todo lo mismo. Los científicos no hace mucho nos hablaban del púlsar (estrella de neutrones), cuásar, enana blanca, enana roja, supernova, hipernova, gigante roja, supergigante (amarilla, azul o roja)… como si fueran cosas distintas, cuando en realidad todo eran estrellas, máquinas transformadoras de la materia con tendencia a la metalización, pero que dependiendo de la cantidad de masa y el tiempo transcurrido, se encontraban en un determinado estado de evolución en su vida particular. En definitiva todo son fases de la vida de las estrellas según su masa. Estamos ante la evolución estelar.

Las estrellas vendrían a ser algo así como inmensas acumulaciones de gases y restos de otros materiales y elementos procedentes de explosiones anteriores y que, dependiendo de si eran primigenias o tardías y a través del mecanismo que produce la ley de la atracción universal, “encendían” en su núcleo un “horno” transformador en el que se producían nuevos tipos de materia. Al final y cuando ya se ha consumido gran parte de la materia inicial (principalmente gases) y habiendo sido transformada en otros tipos de materia, cuando el equilibrio de masas se trastocaba en su interior, es cuando la estrella acababa explotando tras una implosión, pero después de haber pasado por la fase en la que la estamos viendo en estos momentos. La materia expulsada en dicha explosión se mezclará o no con otras nubes de materia dispersas por el espacio, que acabarán de nuevo atrayéndose e iniciando un nuevo ciclo de creación de estrella y planetas convirtiéndolo en un nuevo Sistema Estelar.
Este mecanismo hay que entenderlo de esta forma con precaución, ya que aún nos quedan muchísimas cosas más por saber de las que sabemos, y hay aspectos (otros mecanismos y fenómenos) dentro del proceso, que desconocemos y que con el tiempo, poco a poco, acabarán dándonos una idea más completa de qué es el Universo, cómo funciona, y qué “pretende”. Ocurren cosas en él como las denominadas materia oscura y energía oscura, junto con los agujeros negros y posiblemente otras cosas que aparecerán y que empezamos a ver, pero que aún no sabemos qué son.
De momento, para mí, ha resultado apasionante “descubrir” que todos los tipos de estrellas a los que hemos puesto nombre, no son ni más ni menos que distintos estados evolutivos o fases de una estrella, y no otras cosas distintas como pensábamos antes.
Todo esto no son más que “pequeños” acercamientos a la comprensión del Universo, aún cojos por todos lados, pero que suponen pasos inevitables que tienen que ir por delante y que servirán para los que se tienen que dar en el futuro.
Una cuestión interesante sobre la que nos podemos preguntar es: ¿Qué estaremos haciendo con nuestros cerebros y las formas que les estamos dando, que tan difícil se lo ponemos para que puedan ver cosas tan evidentes y que hoy en día les son impedidas ver?
Caña a los intereses que quieren mantener al Ser Humano en la ignorancia.
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Publico.es Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana... Fotografían la galaxia más remota conocida. Su luz ha viajado 13.300 millones de años, por lo que está a sólo 420 millones del Big Bang

Juan-Lorenzo dalescana@gmail.com                        

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