(Introducción al segundo de una serie de 4 artículos publicados en la revista INGENIERÍA QUÍMICA en 2001 y 2002)
"El hombre que ha perdido la facultad de maravillarse es como un hombre muerto" (Albert Einstein)
La selección de la tecnología para una planta de proceso industrial es probablemente una de las más fascinantes actividades de un proyecto industrial nuevo. Es quizás cuando uno más aprende. Se nos abren los últimos avances de la tecnología, que pone a disposición de la industria las nuevas aplicaciones de las ciencias químicas, como fruto de la continua investigación y desarrollo de catalizadores, de mecanismos de transferencia de materia y de calor, de los materiales, de la cinética química, de la dinámica de los fluidos, de técnicas operativas, etc.
En su Prólogo al tomo “Chimie”, de la Encyclopédie Française, el eminente filósofo francés, Gaston Berger, Presidente del Comité de esta prestigiosa enciclopedia, que también era industrial y administrador entre otros altos cargos y funciones, dijo sobre la Química: “...Hay aquí una correspondencia exacta entre lo que pasa en el laboratorio y lo que pasa en la industria... Esta identidad fundamental hace de la Química un ejemplo privilegiado para el estudio de las relaciones que enlazan la ciencia con la industria.... En el laboratorio la mano sirve a la inteligencia, el experimento sirve para hacernos comprender lo que ocurre. En la fábrica, la inteligencia conduce la mano y el deseo orienta a la inteligencia....” Y justifica la dedicación exclusiva de un Tomo entero a la Química, porque: “....vemos bien en relación con ella como las ciencias se entrelazan y como se hace la conversión de la ciencia, que es la naturaleza comprendida, en industria, que es la naturaleza transformada.”
El caso de Gaston Berger es una demostración más que la filosofía no está reñida con la ciencia y la industria. No es de extrañar, porque ciencia y filosofía tienen en común la observación y el análisis, el pensamiento y la reflexión. Cuando la ciencia se convierte en tecnología y se materializa en un proyecto industrial, la filosofía va perdiendo fuerza y las cosas se vuelven más pragmáticas por las exigencias económicas y de plazos. Sin embargo aún así no estaría mal mantener algo de las “artes” de la filosofía en cualquier actividad humana, también en la industrial. Seguro que se evitarían errores por precipitación.....
Hay una gran multitud de procesos que se aplican en la Industria Química y Petroquímica, demasiado grande como para tratarlos todos. Únicamente ya en una refinería de petróleos por ejemplo se usa o puede usarse una gran variedad de procesos de separación, de reacción química y mixtos.
En el artículo se trata sobre los diversos procesos aplicados en el refino de petróleos, el mercado de la tecnología de procesos y los diferentes tipos de proyectos. Se ilustra el proceso de selección con un ejemplo de las etapas iniciales de un proyecto de instalación de una planta de recuperación de azufre de alto rendimiento: la selección de la configuración básica de la planta y la preselección de procesos, la petición de ofertas de tecnología, las ofertas comercial y técnica, el análisis y comparación de las ofertas, y la adjudicación (propuesta y comunicación)
El artículo está disponible para el que lo desea.
(Referencia: “Las fases iniciales de proyectos de plantas de proceso (II) - La selección de la tecnología de procesos industriales”, R. Aga Van Zeebroeck, Ingeniería Química, Nº 384, Noviembre 2001)
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