En el mundo siempre ha existido la intimidad. Pero, es ahora en el siglo XXI, cuando más se habla de ella. El derecho a la intimidad, parece que Internet es el primer responsable de vulnerar nuestra intimidad y exponer nuestras vidas a otras personas que nosotros no queremos. Aunque nosotros no solo vamos a hablar de la intimidad que está tan de moda. Nos vamos a referir también a los ratos que tienen los niños para ellos mismos. Ese espacio en el que pueden ser ellos mismos, sin ser juzgados por profesores, ni padres… Una parte muy necesaria, para el desarrollo de una buena salud mental y muy necesaria para todos, incluso los adultos.
¿Qué es la intimidad?
Es un concepto muy dificil de definir. Ya que incluso si cambiamos de territorio o país, nos encontraremos con diferentes definiciones. Yo voy a intentar definirla, aunque no es algo académico ni con un valor absoluto. Es sencillamente mi opinión.
La intimidad es el tiempo que pasamos al margen de los demás, sin ser observados. Con el nuevo mundo que estamos viviendo, también debemos definir la protección de la intimidad. Que es el derecho de todas las personas a que se respeten esos momentos de tiempo, en los que no queremos compartir lo que estamos haciendo. O por lo menos, solo compartirlo con quien queremos. Hay que destacar, que la intimidad de los niños siempre debe protegerse más que la de los adultos. Así por ejemplo, todos sabemos que hasta que un niño no hace los 18 años, su foto no puede salir por la tele, ni en revistas… A no ser con un consentimiento explicito.
La intimidad tiene diferentes grados, en función de con quién compartas el tiempo. Así por ejemplo el estar con unas amigas hablando, tiene un nivel de intimidad, sin embargo cuando estás con tu pareja manteniendo relaciones. Ese momento es lo más intimo que podemos hacer.
Cambios en el modelo de intimidad.
Durante nuestra vida, nos tendremos que enfrentar a muchos tipos de situaciones diferentes. El ser humano, es un ser social, el cual necesita de relaciones sociales con los demás seres. Y esto si observamos a los niños, comienza desde muy temprana edad. Así podemos ver como a partir del añito, ya les llaman la atención otros niños. Y como mes a mes, van sintiendo más curiosidad por ellos, queriendo inter-actuar con ellos de muchas formas.
Pero, en la vida, también tenemos que pasar mucho tiempo a solas. Hay actividades y momentos en los que todo el mundo necesita aislarse y quedarse con sus pensamientos. Aunque los psicologos, se están encontrando, que en un mundo en el que las conexiones entre los humanos han cambiando. Antes para estar con alguién teniamos que salir al parque, al bar, a la biblioteca, invitar a alguien a casa. Ahora no, ahora, solo tenemos que encender nuestro movil y tendremos contacto con cientos de personas en un instante. Lo que cambia toda forma de relación. Y algo que es más espeluznante, nos acostumbramos a depender de los demás, saber que han hecho, que están haciendo y que van a hacer. Y lo mismo de nosotros, parece que si hoy no cuentas lo que haces en facebook, no has hecho nada. Con lo que nosotros somos los primeros en vender nuestra propia intimidad.
La intimidad en el desarrollo de los niños.
Los desarrollos son muy complejos e intervienen muchos aspectos internos y externos de los niños. Todo lo que nos rodea, influye en nuestro futuro. Debemos tratar de educar niños sanos y con la cabeza bien amueblada para sobrevivir en esta jungla que llamamos mundo. Y la intimidad forma parte de estos aspectos que debemos cuidar.
La intimidad es un pilar fundamental en la educación. No todos los niños son iguales y se comportan de igual manera a la hora de estar solos. Siempre tendremos niños más dependientes de otros. Nosotros debemos tratar de conseguir que los niños se encuentren a gusto con esta situación, ya que evidentemente van a tener que convivir con ella. Cuando pienso en la intimidad, siempre me vienen frases famosas como:
- “Nunca estoy solo, tengo a mi soledad”.
- “Tu eres tu mejor amigo”.
En nuestra vida, siempre hay alguien que nos acompaña a todos los sitios y que en lo bueno y lo malo estará allí. Somos nosotros mismos, la consciencia propia. Es muy importante conocernos. Para encontrar la felicidad. La refexión y la meditación son un par de armas muy poderosas a la hora de trabajar la intimidad de los niños. Aunque en muchos casos, debemos ser nosotros quienes les enseñen. Para eso, lo mejor es no dar respuestas, sino enseñar el camino. Tenemos que conseguir que nuestro niño, hable con sigo mismo y cuando surgen los problemas es cuando más lo hacemos, tratando de solucionarlos.
Recuerda que el mejor educador es el que muestra el camino, pero deja que el niño lo recorra. Los juegos creativos, la potenciación del pensamiento lateral, hacerles pensar, plantearles retos, son actividades básicas para trabajar la intimidad en los niños.
Los beneficios de un niño que gestiona su intimidad.
Son muchas las ventajas que tendrá un niño que sabe controlar y llevar su propia intimidad. Así para empezar:
- Nunca se sentirá solo: Cuando nos conocemos y sabemos hablar con nosotros mismos. Nunca nos sentiremos solos. Habrás oído la frase “mejor solo que mal acompañado”. Vivimos en un mundo en que a pesar de tener las comunicaciones que tenemos y tener a cualquier amigo a golpe de click. Cada vez la gente se siente más sola. Debemos aprender a disfrutar de esos momentos.
- Más independiente: La independencia sana es muy buena. Otra cosa es el que no quiere saber nada de los demás. Lo ideal, es saber hacerlo todo uno solo, pero, ser capaces y agradecer hacerlo con gente. Como en todo, debemos aprender a encontrar el punto de equilibrio.
- Más creativo: La intimidad, consiste en tiempo reflexivo, pensar, encontrar actividades y conversaciones. Al fin y al cabo, nos comportamos en el que habla y el que recibe el mensaje, con lo que tenemos que hacer todos los papeles. Esto supone que que pensemos y le demos vueltas a las cosas, motivando el cerebro y el pensamiento lateral de los niños.